Los casos de listeriosis alcanzaron en 2023 su nivel más alto desde 2007, con casi 3.000 casos registrados; mientras la campilobacteriosis y la salmonelosis siguen siendo las enfermedades zoonóticas notificadas con mayor frecuencia en la UE, según del informe anual sobre zoonosis de la UE elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
En general, los casos notificados de enfermedades zoonóticas en humanos aumentaron, pero los brotes de transmisión alimentaria experimentaron un ligero descenso con un total de 5.691 brotes, lo que supone un ligero descenso en comparación con el año anterior.
Listeriosis
El número de casos humanos de listeriosis notificados fueron 2.952, su aumento podría estar relacionado con el envejecimiento de la población europea (el 21,3 % de los europeos tiene ahora más de 65 años), lo que, en relación con la creciente prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con la edad, aumenta el riesgo de síntomas graves en los grupos de mayor edad.
Los alimentos listos para el consumo contaminados, como el salmón ahumado en frío, los productos cárnicos y los productos lácteos, son la fuente más común de infecciones. Los últimos datos muestran que la proporción de muestras de categorías de alimentos RTE que superan los límites de contaminación de seguridad alimentaria para Listeria monocytogenes osciló entre el 0,11% y el 0,78%, y el nivel más alto notificado corresponde a las salchichas fermentadas.
Campilobacteriosis y salmonella
En 2023, se notificaron en la UE 148.181 casos de campilobacteriosis, lo que supone un aumento respecto de los 139.225 de 2022. La salmonelosis fue la segunda infección gastrointestinal más notificada en humanos, con 77 486 casos, en comparación con los 65.478 casos de 2022.
Solo 15 Estados miembros y el Reino Unido (Irlanda del Norte) cumplieron con éxito todos los objetivos establecidos para la reducción de la salmonela en las aves de corral, lo que representa una disminución en comparación con 2022, cuando 19 Estados miembros alcanzaron el pleno cumplimiento.
"La presencia persistente de Salmonella en las poblaciones de aves de corral pone de relieve la necesidad de una vigilancia continua para combatir las enfermedades transmitidas por los alimentos. Las herramientas de vigilancia mejoradas, como la secuenciación del genoma completo, son inestimables para detectar y controlar los brotes de forma más eficaz", señala Frank Verdonck, director de la unidad de Riesgos biológicos y Salud y bienestar animal de la EFSA.
El informe también hace un seguimiento de los brotes de transmisión alimentaria en la UE, definidos como eventos durante los cuales al menos dos personas contraen la misma enfermedad a partir del mismo alimento contaminado. En 2023 se notificaron un total de 5.691 brotes de transmisión alimentaria, lo que supone un ligero descenso en comparación con el año anterior. Sin embargo, el número de casos humanos, hospitalizaciones y muertes aumentó, y las muertes alcanzaron su nivel más alto en una década.
La salmonela siguió siendo la principal causa de brotes, casos, hospitalizaciones y muertes de transmisión alimentaria. Las fuentes más frecuentes de brotes de salmonelosis fueron los huevos y ovoproductos, los alimentos mixtos y la carne de pollo. El mayor uso de la secuenciación del genoma completo mejoró la sensibilidad de la vigilancia, aumentando la capacidad de detectar brotes en los Estados miembros que la aplicaron.
Enfermedades zoonóticas
Las enfermedades zoonóticas, o zoonosis, son los muchos tipos de enfermedades que se contagian de animales a humanos. Casi el 16 por ciento de los fallecimientos a nivel mundial se atribuyen a enfermedades infecciosas y, según los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, las zoonosis representan un 60 por ciento de las enfermedades infecciosas conocidas y un 65 por ciento de las enfermedades infecciosas emergentes.
Las zoonosis pueden transmitirse de muchas formas, como mediante mordeduras de animales e insectos, las caricias o la manipulación de animales enfermos y el consumo de carne poco hecha, leche sin pasteurizar y agua contaminada. Entre los tipos de patógenos que pueden transmitir los animales a los humanos figuran bacterias, parásitos, hongos y virus.
"El aumento de las consecuencias graves de los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos pone de relieve la amenaza persistente para la salud pública que suponen la Salmonella y otros patógenos transmitidos por los alimentos. Al integrar la salud humana, animal y ambiental a través de una estrategia de Una Salud, podemos prevenir mejor la propagación de estas enfermedades y proteger la salud pública", añade Céline Gossner, jefa de la Sección de Enfermedades Emergentes, Transmitidas por Alimentos y Vectores del ECDC.