Mariajo Otxoa de Eribe y Jesús María Alegría recibieron este sábado el Celedón de Oro 2021. Este reconocimiento, que se concede en la capital alavesa desde 1962 distingue a personas o entidades que hayan destacado por sus reconocidos servicios, ya sea en Vitoria-Gasteiz o en Álava. Ambos galardonados obtuvieron el galardón de manos de Josemari Vélez de Mendizábal, presidente de Celedones de Oro, en un acto que se llevó a cabo en el interior de la iglesia de San Miguel.
Tanto Otxoa de Uribe como Pinttu, como es conocido popularmente este músico, se mostraron muy emocionados frente a la multitud de congregantes que abarrotaba el templo. Entre algunos de ellos se encontraban personajes premiados en otras ediciones, como Mikel Delika, ganador en 2020, o Julio Roca, entre otros. “Es el mejor galardón de la capital de Euskadi”, señaló Alegría con orgullo.
Referentes en lo suyo Jesús María Alegría es fundador de la ONG Músicos sin fronteras, que reivindica la relación pacífica entre los pueblos y colabora en diferentes acciones solidarias para defender los derechos humanos desde la música. Por su parte, Mariajo Otxoa es propietaria del mítico bar La Unión ubicado en el número 4 de la Plaza España. “Es una emoción tremenda de ser conocidos y queridos en la ciudad”, añadió Otxoa de Eribe.
Tras la actuación de los txistus y ponerse el llamativo pañuelo rojo que distingue a los Celedones de Oro, tanto Otxoa de Uribe como Alegría tuvieron unas palabras de agradecimiento a los asistentes. “Ojalá que el año que viene cualquiera de vosotros estéis aquí”, manifestó Alegría emocionado.
Un premio que se concede en la capital alavesa desde 1962 hasta nuestros días y que han logrado ganar seis mujeres, aunque siempre compartiendo el galardón con un hombre. La primera fémina que recibió este reconocimiento fue la locutora de Radio Vitoria Judith Cobo San Miguel en 1987, mientras que la más reciente fue la directora del museo de alfarería vasca, Blanka Gómez de Segura, en 2016. “Tengo el corazón en un puño de la emoción que tengo”, añadió Otxoa de Eribe.
El evento concluyó con una emotiva y recordada foto de todos los Celedones de Oro junto a la estatua de la Virgen Blanca.
Antes, a primera hora de la mañana, el cementerio de Santa Isabel acogió un homenaje a los Celedones de Oro fallecidos.