Actualizado hace 4 horas
Mantener una buena higiene en el hogar y en los espacios que frecuentamos es esencial para prevenir enfermedades y garantizar un entorno saludable. Sin embargo, existen ciertos objetos que, aunque utilizamos diariamente, suelen pasar desapercibidos en nuestras rutinas de limpieza.
Estos elementos pueden acumular bacterias, virus y suciedad sin que nos demos cuenta, convirtiéndose en focos de contaminación. A continuación, repasamos cinco objetos que deberíamos limpiar con mayor frecuencia para reducir riesgos y mejorar la higiene en nuestro día a día.
1. El teléfono móvil
El móvil es, sin duda, uno de los objetos que más utilizamos a lo largo del día. Lo llevamos en el bolsillo, lo apoyamos en diversas superficies y lo manipulamos con las manos constantemente, lo que lo convierte en un auténtico imán para la suciedad y las bacterias.
Estudios han demostrado que un smartphone puede albergar más microorganismos que un inodoro. Para evitar la acumulación de gérmenes, es recomendable limpiarlo diariamente con un paño de microfibra y una solución desinfectante apta para dispositivos electrónicos.

Manos de una mujer limpiando el móvil con un pequeño paño de microfibra y una solución desinfectante apta para dispositivos electrónicos.
2. Las llaves
Las llaves son otro objeto que rara vez limpiamos, pero que están en contacto con múltiples superficies y manos a lo largo del día. Las colocamos en bolsos, bolsillos y mesas sin considerar la cantidad de suciedad que pueden acumular. Para mantenerlas libres de gérmenes, es aconsejable limpiarlas regularmente con alcohol o con un poco de agua con jabón, asegurándonos de secarlas bien para evitar la oxidación.

Llaves con un llavero de madera con forma de casa.
3. El mando a distancia
El mando a distancia es un objeto que pasa de una mano a otra dentro del hogar, lo que facilita la acumulación de bacterias y virus. Además, suele permanecer en la sala de estar o en la habitación sin recibir una limpieza adecuada durante largos períodos. Para desinfectarlo, basta con pasar una toallita desinfectante o un paño humedecido con alcohol, prestando especial atención a los botones y las ranuras donde puede acumularse el polvo.

Mando a distancia.
4. Los interruptores de luz
Los interruptores de luz son otro elemento del hogar que tocamos repetidamente sin pensar en la cantidad de gérmenes que pueden albergar. Debido a su uso constante, pueden convertirse en un foco de contaminación si no se limpian con regularidad.
Lo ideal es pasar un paño con una solución desinfectante sobre su superficie al menos una vez por semana, asegurándonos de no humedecer en exceso para evitar daños eléctricos.

Interruptor de la luz al lado de un enchufe.
5. Los pomos de las puertas
Los pomos de las puertas, especialmente en lugares de alto tránsito como la entrada principal o el baño, acumulan gérmenes con facilidad. Al estar en contacto con múltiples manos a lo largo del día, pueden ser un vehículo de transmisión de enfermedades.
Para mantenerlos limpios, se recomienda desinfectarlos con una solución de alcohol o con productos antibacterianos al menos dos veces por semana, aumentando la frecuencia en épocas de resfriados o gripes.

Pomo de la puerta.
Un hábito sencillo con grandes beneficios
Prestar atención a la limpieza de estos objetos puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades y en la higiene del hogar.
Incorporar estos hábitos en la rutina diaria no requiere mucho tiempo ni esfuerzo, pero puede contribuir significativamente a la salud y el bienestar. La clave está en ser conscientes de los objetos que más tocamos y asegurarnos de mantenerlos lo más limpios posible para reducir riesgos innecesarios.