Al concluir las festejos de la Virgen Blanca, la capital alavesa tendía hacia la tranquilidad casi absoluta. El bullicio de las calles abarrotadas y llenas de blusas y neskas acostumbraba a ser sustituido durante unas semanas por un ambiente que se acercaba al silencio y por una actividad bajo mínimos. Sin embargo, y pese a ese lastre impuesto por la tradición, hay quienes se niegan a irse de vacaciones y permanecen trabajando. No en vano, en esta segunda quincena de agosto alrededor de un 70% de los comercios de Vitoria siguen abiertos y rompiendo esquemas habituales. Son cifras de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Álava (Aenkomer), que aglutina a más de 1.400 establecimientos en toda la provincia.
Los sectores de la imagen personal, la decoración y las papelerías son los más proclives a descansar en estas fechas, aprovechando el poco trabajo durante el periodo estival. “Hay un poco de todo, pero en su mayoría suelen ser locales como peluquerías o floristerías”, señala Edurne Parro, gerente de Aenkomer. Por contra, los sectores de la hostelería, la alimentación y el de la moda son los que más se resisten a tomarse unos días libres ante el riesgo de perder a su clientela habitual. Aunque no es algo que todos sigan al pie de la letra. “No hay un tipo de comercio que cierre más que otro”, añade Parro.
Además, la pandemia del coronavirus también tiene que ver en la modificación de los hábitos vacacionales de los gasteiztarras y de los alaveses y de los horarios destinados al ocio y a las compras. De hecho, son muchos los negocios que recientemente han decidido modificar sus horas de apertura para así poder sacar un dinero extra y minimizar pérdidas.
Más tardeo
“Ahora somos más propensos a salir antes. El tardeo se ha impuesto y hay una menor demanda de cenas”, apunta Parro en referencia a los confinamientos y cuarentenas de los últimos años.
Asimismo, la ubicación del negocio también juega un papel importante para decidir si tomarse un descanso o no. Los establecimientos de barrios jóvenes como Salburua o Zabalgana son los más propensos a descansar en la segunda quincena de agosto, mientras que los ubicados en la zona del Ensanche y Lovaina son los que en mayor número deciden mantener las persianas abiertas. “Al ser una zona más concurrida les merece más la pena trabajar”, expone Parro.
Parece una evidencia que, a diferencia de estas ubicaciones y del Casco Viejo, los barrios más alejados del centro están más orientados al consumo del habitante de zona, y no a una diversidad de clientela. “Muchos comercios pequeños reestructuran personal para no cerrar ningún mes”, revela Patricia García, gerente de la Asociación de comerciantes de Vitoria-Gasteiz (Gasteiz On). Una organización que cuenta en sus filas con más de 500 comercios y que, en los últimos 10 años, elabora durante estas fechas una lista con los locales que permanecen abiertos en dichas fechas. Una iniciativa para ayudar tanto a vecinos como a turistas y que, además, ayuda a promover el comercio local.
Una ausencia de descanso la que acometen muchos de ellos pese al todavía escaso atractivo que, según Parro, genera Vitoria a los visitantes. “Aunque va creciendo el turismo no somos una ciudad que atraiga a un público especial en los meses de verano”, resalta. Una situación muy distinta a ciudades costeras o que abarcan grandes masas sociales, como San Sebastián, Barcelona o Madrid, con viajeros constantes prácticamente en cualquier fecha del año. “Si hay menos demanda los comerciantes suelen aprovechar más para conciliar su vida familiar”, agrega Parro.
Sin descanso
Fuera de la capital alavesa también hay quien decide no parar en agosto a reponer fuerzas. Incluso en algunos casos aprovechan para hacer horas extra. Es el caso de la comarca de Rioja Alavesa, que durante el mes de agosto vive uno de los auges de visitantes más importantes de la temporada estival. “La zona va a mantener sus comercios abiertos prácticamente al 100%”, destaca Parro. Impulsado por el incremento de turistas tanto nacionales como internacionales, los comerciantes de esta comarca no se prevé que descansen. Todo con el objetivo de recuperar ganancias prepandemia. “Los establecimientos comerciantes hosteleros son los que más van a aprovechar a obtener beneficios”, subraya Parro.
En otras comarcas como la de Campezo, Gorbeialdea o Zuia los datos se estiman que sean similares a los de Rioja Alavesa. Pese a que el tipo de comercios y de público potencial sea completamente diferente, los comercios permanecerán abiertos en la segunda mitad de agosto prácticamente en su totalidad. “Principalmente los servicios básicos no cierran. Son zonas que además tienen un tipo de turista concreto”, aclara Parro refiriéndose a los aficionados a la montaña en el enclave del Gorbea.
Un periodo que antaño se aprovechaba para descansar, pero que como muchas otras costumbres cambian con el paso de los años. Según Gasteiz On en 2019 fueron 239 los comercios que abrieron en estas fechas por 247 del pasado año. Números muy parecidos a los que se esperan este año (250) y muy diferentes a los del 2020, que batieron su récord (270) marcado por la pandemia del coronavirus. Una predilección que, al menos a corto plazo, se espera que no sufra variaciones y se siga extendiendo tanto en la capital como en las comarcas alavesas.