“Cuando llueve el agua nos cae a chorros por el local”. Esta frase tan contundente como esclarecedora de la situación que vive es de Alberto Suárez, de la tienda de ropa Itoiz ubicada en la plaza San Roque de Portugalete. Estos locales comerciales ubicados en la parte baja de la plaza, justo debajo del centro de día y de una zona de juegos infantiles, llevan más de un mes temiendo que llueva con fuerza, dado que cuando eso ocurre las filtraciones de agua que sufren son de gran importancia. Así lo atestigua una gran mancha ubicada en el techo del escaparate de este comercio. “Pedimos que se nos dé una solución lo antes posible. Ahora no está sucediendo muchos días porque estamos en verano, pero el problema en otoño puede ser mucho más grave”, reconoce Suárez.
El suyo no es el único local que está sufriendo estas grandes filtraciones de agua. Ni mucho menos. Los efectos del agua filtrada se han hecho notar en otros comercios de este punto de la noble villa jarrillera, hasta el punto, de que el pasado 23 de junio tuvo que acudir una patrulla de la Policía Local alertada por la gran cantidad de agua que caía a uno de estos locales. “La víspera de San Juan llovió por la tarde y en la Vape Shop caía una gran cantidad de agua, por ello, llamaron a la Policía Local”, indica Suárez. Algunos de los locales afectados pertenecen a Surposa y varios técnicos de la sociedad municipal han acudido a analizar lo que está sucediendo. El diagnóstico es claro. La causa de estas grandes filtraciones de agua es los trabajos de mejora realizados recientemente en la zona de juegos infantiles de San Roque. “Nos han dicho que las filtraciones se deben a las obras que el Área de Obras y Servicios hizo en la zona de juegos”, explica Suárez. De hecho, las zonas más castigadas de los locales coinciden con los puntos en los que se instaló el alcantarillado. Por ello, ante esta situación, los comerciantes afectados han alzado un escrito al área municipal de Obras y Servicios pidiendo que se hagan, a la mayor brevedad posible, estos trabajos que eviten esas grandes humedades en los locales, unas lonjas que, ya de por sí, cuentan con unos problemas endémicos de filtraciones de agua a los que Surposa está tratando de poner solución.