Jon Uriarte quiere variabilizar los salarios del área deportiva del Athletic. Es decir, pasar de contratos fijos a contratos por objetivos. Algo que el propio presidente reconoce como "un reto difícil", pero necesario. Una circunstancia que ya es habitual en ligas como la Premier y que quiere implantar en el club rojiblanco cuanto antes. Además, en campaña recalcó que esta medida no solo afectaría a los futbolistas, sino también a "todo el staff técnico de Lezama". De hecho, Uriarte ya dijo que su entrenador, Ernesto Valverde, regresaría a la entidad con un contrato de este tipo; por lo que su sueldo quedaría ligado a la consecución de los objetivos pactados. Así pues, uno de los primeros retos del nuevo presidente será el de convencer a los jugadores de ligar su sueldo a su rendimiento. "Parece que cobrar por objetivos es ganar menos dinero. Si cumples con tus objetivos, ganarás lo mismo, y si los superas, ganarás más. ¿Por qué los jugadores van a tener miedo?", argumentó cuando aún era candidato.
Uno de los primeros contratos que deberá abordar la nueva Junta Directiva es el de Iñigo Martínez, uno de los pilares de la plantilla rojiblanca, que termina el 30 de junio de 2023. Pero no es el único. Y es que, además de decidir qué hacer con Capa, que se mantiene a la espera; el año que viene son varios los jugadores que finalizan su vinculación con el club: los veteranos Raúl García, De Marcos y Balenciaga; Lekue, Zarraga y Villalibre, con participación irregular; y los cedidos Córdoba, Vicente y Morcillo. Además, habrá que gestionar también el regreso de Guruzeta y la ampliación del contrato de un Sancet ya importante, que expira en 2024.