Euskadi ha registrado durante el último año 435 incidentes de odio potencialmente delictivos, un 57% más respecto a 2021, cifra que multiplica por cuatro los datos recogidos en 2019. Según el informe del Departamento de Seguridad dado a conocer este lunes, la mayoría de estos delitos corresponde a incidentes de índole racista, con un total de 231 casos.
El Informe de Incidentes de Odio de Euskadi 2022 revela un crecimiento exponencial de casos, que no solo guarda relación con un aumento de amenazas y agresiones sino con "el ajuste de los atestados" elaborados, “con una mirada más províctima en la recolección estadística”. Es uno de los argumentos esgrimidos por el autor del estudio, el profesor Jon Mirena Landa, director de la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos, que ha presentado en el Parlamento Vasco el informe junto al vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka.
Se trata del sexto informe elaborado en Euskadi, lo que permite obtener datos de los últimos siete años y contextualizar una realidad cotidiana en la que sigue siendo muy elevada la cifra negra de casos que no trascienden.
La perspectiva temporal que ofrece el estudio permite advertir que Euskadi supera por primera vez los 400 incidentes en un año. Los delitos de odio ya habían aumentado un 15% en 2021, y la curva ascendente parece continuar imparable, al pasar de los 277 casos de entonces a 435 incidentes. Es decir, un 57% más en el curso de los últimos doce meses.
El trabajo en común de la UPV/EHU y el Departamento de Seguridad persigue precisamente obtener la fotografía de incidentes más real “con el fin de prevenirlos”, como ha expresado Erkoreka, quien atribuye el incremento “a la mejora evidente de actividad policial sobre el terreno, y de la sistemática del registro”.