Hace casi 30 años que los teléfonos móviles llegaron a nuestra vida. Unido la explosión de internet, la comunicación personal se ha revolucionado, para bien y para mal. Tenemos la oportunidad de llamar o de comunicarnos con alguien desde cualquier punto del mundo, a cualquier hora del día o de la noche y con bastante inmediatez. Esa disponibilidad es su ventaja y es su maldición. En el mundo laboral se ha regulado el derecho a la desconexión, no recibir llamadas de trabajo fuera de horario.
Pero el uso del móvil no se limita al trabajo, lo llevamos encima todo el día, recibiendo y enviando llamadas en cualquier momento. Pero, ¿nos preguntamos si son oportunas o molestas?
Aunque en muchas ocasiones es cosa de sentido común, a veces el vivir inmersos en nuestra realidad nos hace perder de vista que no todo el mundo está a nuestra disposición siempre y que una simple llamada puede no ser bien recibida por muchos motivos.
Código de la buena llamada de móvil
Por ello, la educación, la cortesía, la etiqueta pueden ayudarnos a evitar convertirnos meter la pata en el momento más inoportuno. Y para guiarnos en este proceso, la empresa británica Debbrett’s, que lleva dos siglos y medio estudiando, analizando y aconsejando sobre las normas de etiqueta y protocolo social para cualquier circunstancia, se ha abierto a la netiqueta, las reglas de etiqueta o protocolo en el mundo de las tecnologías y el ambiente virtual, y acaba de dar a conocer lo que a su juicio deben ser los 10 mandamientos de los buenos modales con el móvil a la hora de hacer y recibir llamadas. Son estos:
1.Envíar un mensaje de texto antes de llamar. De esta forma se da tiempo al destinatario a decidir si quiere o puede hablar en ese momento.
2. Si no hay respuesta, envíar un mensaje de texto. Una llamada de negocios es más fácil que se responda, pero una llamada social es más fácil de ignorar según las circunstancias. Evitar las llamadas perdidas como anuncio de que se quiere hablar, resulta muy molesto contestar y que hayan colgado. Un mensaje de texto es menos invasivo.
3. No llamar repetidamente a menos que sea una emergencia. La insistencia estresa al destinatario, especialmente si está ocupado. Si es una emergencia, la cosa cambia, aunque enviar un mensaje avisando de la emergencia puede ser útil.
4. Tener en cuenta que las personas pueden considerar alarmantes las llamadas inesperadas. Es otro forma de decir que llamadas a deshoras asustan. Nuestras abuelas ya aconsejaban, cuando se vivía en un mundo solo con teléfonos fijos, no llamar a un domicilio a partir de cierta hora, generalmente la de irse a la cama, para no alarmar. También el origen de la llamada puede preocupar, que llamen del colegio provoca cierta alarma, por lo que sería conveniente primero tranquilizar y luego explicar el motivo.
5. Si alguien dice que es mal momento para hablar, volver a llamar más tarde. Creer al receptor si dice que no puede atender la llamada. Insistir en hablar puede incomodarlo y que corte la comunicación por las bravas.
6. Ser tolerante con los hábitos de las personas mayores. Aunque puedan usar el móvil con solvencia, algunas de sus aspectos se les pueden resistir. Les puede resultar más fácil hablar que escribir, por lo que es más probable que llamen sin avisar, que dejen mensajes en el buzón o que insista en rellamar por si no te ha dado tiempo a contestar.
7. No atender llamadas en espacios públicos. El ruido ambiente puede dificultar la comunicación su estás en la calle o en una tienda. Además, a los que están a tu alrededor no les interesa nada tu conversación y tu interlocutor molestarle la posibilidad de que se oiga lo que dice. Si no que da más remedio, usa auriculares y habla bajo cerca del micrófono. Y mejor olvidarse de las videollamadas.
8. La multitarea distrae. Si se llama o se recibe una llamada, concentrarse en la otra persona. Hacer otras cosas al mismo tiempo distrae y el interlocutor lo nota, pudiendo sentirse despreciado. Si no puedes dejar de hacer lo que estés haciendo, ni llames ni contestes.
9. Si es algo delicado o emocional, como para dar el pésame, llamar. La voz es mas personal, más cercana que un mensaje de texto, que un whatsapp. Hay ocasiones en el que el que un texto escrito no es suficiente y la voz puede ser un abrazo.
10. No dejar mensajes de voz. Aunque es una cuestión de gustos, a muchas personas les resultan molestos los mensajes de voz. No se pueden escuchar en cualquier sitio, a veces el audio se oye mal, si son improvisados pueden resultar confusos o balbuceantes. Un texto es más cómodo para el receptor.