En el centro de Errenteria, las hermanas Alis y Dayara Rubio han logrado convertir su pasión por la estética en un proyecto profesional. Lo que comenzó como un interés compartido por la belleza ha evolucionado en un negocio que combina creatividad, técnica y un enfoque personalizado para cada cliente. Este es el relato de cómo dos hermanas han llevado su sueño a la realidad, enfrentando desafíos y disfrutando de los éxitos en el camino.
Desde muy pequeñas, tanto Alis como Dayara mostraron interés por el mundo de la belleza. “Todo empezó porque a mí siempre me ha gustado maquillarme, hacerme las uñas, arreglarme. Fue mi hermana la que me llevó a hacerme las uñas por primera vez”, explica Alis con una sonrisa.
Alis recuerda cómo recibió su primer kit de uñas por accidente: “Mi otra hermana tenía una amiga esteticista y por diferentes problemas acabó regalándome todo su material. Era como un juguete para mí, y empecé a practicar con mi familia, aunque al principio las uñas no duraban ni un día”. Esas primeras experiencias, llenas de aprendizajes y errores, cimentaron las bases de lo que más tarde se convertiría en un negocio profesional.
Un estilo en constante evolución
Las hermanas Rubio reconocen que el mundo de la estética, especialmente el arte de las uñas, ha cambiado enormemente en los últimos años. “Hace años, lo básico era la manicura francesa o simplemente mantener las uñas arregladas. Ahora, las tendencias han avanzado muchísimo, la mano alzada, los diseños 3D y los colores vibrantes son muy populares”, detalla Dayara.
A medida que las técnicas han evolucionado, también lo ha hecho su estilo. Inspiradas por artistas internacionales, especialmente de Estados Unidos y Rusia, y adaptando cada diseño a la personalidad de sus clientes, han logrado un enfoque único lleno de arte.
Para Alis y Dayara, la inspiración viene de múltiples fuentes: artistas en redes sociales, e incluso las propias clientas, quienes a menudo les proponen retos creativos. “Una de nuestras clientas nos pidió uñas inspiradas en Michael Jackson, y fue todo un desafío, pero logramos capturar su estilo. Cada persona trae su personalidad y eso influye mucho en el diseño final”, explican.
Ambas coinciden en que el aprendizaje nunca termina. “Estudié dos años para poder dar un servicio profesional, pero cada día aprendes algo nuevo. Las redes sociales, como TikTok, son una herramienta imprescindible para descubrir técnicas y materiales innovadores”, comenta Alis.
“ Disfrutamos cada día en el trabajo. No es solo un trabajo, es nuestra pasión ”
El reto de emprender en un mundo competitivo
Montar su propio negocio no ha sido fácil. “En este sector hay mucha competencia, y no siempre es justa. Algunas personas comparan nuestro trabajo, que implica horas de dedicación y productos de alta calidad, con otros servicios más baratos y de menor calidad”, lamentan.
Además, como emprendedoras, las hermanas han enfrentado momentos duros. “Carecemos de muchas ayudas para emprender. Nosotras hemos salido adelante gracias a nuestro esfuerzo y apoyo mutuo, pero si no trabajas con productos de calidad y no tienes una cartera sólida de clientes, puede ser muy complicado”, cuentan.
Mirando al futuro: expansión y diversificación
Aunque su local se centra principalmente en el arte de las uñas, las hermanas Rubio tienen planes ambiciosos para el futuro. “Queremos ofrecer más servicios. El espacio ahora es limitado, pero estamos pensando en expandirnos para poder cubrir más necesidad de nuestras clientas”, adelantan.
Pasión y cercanía
Para las hermanas, el secreto de su éxito radica en su pasión por lo que hacen y en la conexión que logran establecer con sus clientas. “Disfrutamos cada día en el trabajo. No es solo un negocio, es nuestra pasión”.
Con dedicación, creatividad y un espíritu emprendedor, Alis y Dayara han demostrado que los sueños pueden hacerse realidad, incluso en un mercado competitivo.
El poder de las redes sociales en el crecimiento de su negocio
Las redes sociales se han convertido en una herramienta muy útil para los negocios
Aunque el boca a boca sigue siendo su principal fuente de clientes, plataformas como Instagram o TikTok (_rmbeautystudio_) han desempeñado un gran papel en dar a conocer su trabajo, y ampliar así su alcance.
“Las redes sociales nos permiten mostrar lo que hacemos de manera creativa y profesional. Muchas veces, una clienta sube una foto de sus uñas y, de repente, 3-4 personas nuevas nos siguen”, explican.
Además de servir como escaparate, las redes también les brindan una plataforma para interactuar directamente con sus seguidoras. Alis y Dayara han convertido estas plataformas en un espacio para construir comunidad y fidelizar clientas.
En el futuro, planean invertir más tiempo en estas plataformas, no solo para promocionar su negocio, sino también para compartir consejos útiles y mostrar el lado humano detrás de su proyecto. “Queremos educar a nuestras seguidoras sobre cómo cuidar sus uñas, qué productos evitar o cómo solucionar pequeños problemas en casa. Si un diseño se rompe o una uña necesita mantenimiento, damos consejos prácticos que puedan aplicar de inmediato. Esto no solo les ayuda, sino que también crea confianza en nuestra marca”, explica Dayara.
Materiales
La calidad de los materiales es fundamental para ellas. Trabajan exclusivamente con productos de calidad, solo fabricados en España y que cumplen con los controles sanitarios. “Es esencial garantizar la seguridad y la durabilidad en cada diseño. Además utilizamos materiales específicos para cada técnica, como el poligel o el aerógrafo, que permite crear acabados únicos y personalizados”, explica. Este compromiso con la calidad las distingue en un mercado competitivo, ofreciendo a sus clientes confianza.