El Tour de Francia abandonará definitivamente la CAV esta tarde, cuando su tercera etapa salga de Amorebieta para aterrizar en Baiona. La Grande Boucle rodará por Iparralde y será entonces cuando se enciendan todas las alarmas porque Francia lleva seis noches consecutivas de violentos disturbios por la muerte de un joven de 17 años por un disparo efectuado por un gendarme. Las protestas, y de paso los disturbios, contra la brutalidad policial rápidamente se extendieron por todo el territorio francés. Por ello, el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), David Lappartient, no ocultó su preocupación porque todas estas incidencias tengan consecuencias en la mejor carrera ciclista del mundo: “La situación es preocupante sobre todo en la periferia de algunas ciudades y en particular en los jóvenes. Las amenazas son reales, pero los organizadores siguen la situación con el Ministerio a cada minuto”.
Así, Lappartient confirmó las declaraciones que hizo el director del Tour, Christian Prudhomme antes de dar el pistoletazo de salida a la Grand Départ, que tuvo lugar el pasado sábado en Bilbao: “Estamos en contacto permanente con los servicios del Estado y seguimos de cerca la situación y la evolución de los disturbios. En función de lo que ocurra, nos adaptaremos si es necesario”. Así, Lappartient tranquilizó a medias: “Por el momento no hay una preocupación de que pueda suspenderse el Tour”. Es más, desde la organización de la Grande Boucle presumieron de ser un ejemplo de logística durante los más de 100 años de historia y recalcaron que hay alrededor de 28.000 gendarmes, policías y bomberos constantemente preparados para manejar la caravana del Tour.
Sin embargo, hoy el Tour entrará a una Francia en llamas. Hay algunas ciudades con toque de queda y sin transporte público. Con todo, el presidente de la UCI espera que la ronda gala “pueda contribuir a calmar las cosas porque cada año es un momento de unidad nacional”. Y es que Lappartient dijo estar “convencido de que el deporte es lo que una a la gente, como se demostró en el Mundial de fútbol de 1998 y creo que los Juegos del año que viene pueden jugar un papel muy similar”, por lo que espera que esta edición del Tour “pueda desarrollarse con normalidad”.
Para finalizar, Lappartient hizo un pequeño repaso por la historia del Tour, que “solo paró con las guerras mundiales”. “Incluso el del 98, con todos los escándalos de dopaje, pudo terminarse. Y durante la pandemia también se corrió en 2020. El Tour ha superado muchos desafíos y estoy convencido de que superará también este”, concluyó.