Después de largos meses viviendo bajo la sombra de una pandemia hemos llegado a conclusiones sencillas pero imperceptibles hasta el momento sobre en entorno que nos rodea. Hemos experimentado, por ejemplo, que no es lo mismo vivir en una ciudad, en una zona rural, en una casa con jardín o en una vivienda donde la luz llega desde un patio interior. Bajo el sugerente título, 'Dime dónde vives y te diré a qué te expones. Los efectos en salud de los factores ambientales', Jesús Ibarluzea, investigador colaborador de la UPV/EHU ha impartido una conferencia en Donostia dentro de los Curso de Verano que organiza la Universidad Pública Vasca. En Onda Vasca, Ibarluzea ha señalado que "la pandemia no nos va a hacer mejoren en ninguna dimensión", pero sostiene que lo que sí que ha evidenciado esta crisis sanitaria es que es importante "dónde vivas, cómo lo hagas y los recursos que tengas". En este sentido, señala que "no es lo mismo vivir en una ciudad caótica de Latinoamérica, en un país de Asia o en ciudades más planificadas". No es una cuestión baladí porque como afirma Ibarluzea, "los entornos arbolados o cubiertos por agua reducen otras exposiciones ambientales que son nocivas como el ruido o las olas de calor, son espacios en los que se recupera la batería de energía, son lugares poco estresantes".
Sobre el cambio climático y la sostenibilidad se muestra rotundo y considera que la sociedad tiene que hacer un replanteamiento en torno a la gestión que hace de los recursos porque va a afectar a las expectativas de futuro. "No tiene sentido comprar unos pantalones cortos de Sudáfrica o comer merluza chilena", afirma.