Vida y estilo

Los extraños y sabrosos olores de velas aromáticas que son tendencia

El jazmín, la vainilla o la lavanda hacen hueco a nuevos y sorprendentes aromas como las hojas de tomate o las raíces de remolacha
Gran variedad de tamaños, formas y olores de velas aromáticas.
Gran variedad de tamaños, formas y olores de velas aromáticas.

Desde su origen en el antiguo Egipto, la principal función de las velas ha sido servirnos como fuente principal de luz para iluminar hogares o caminos de noche y como elemento esencial en ceremonias religiosas. Con el paso del tiempo y gracias a la aparición de la electricidad, las velas han ido haciéndose un hueco en el terreno del interiorismo sirviéndonos como elemento de decoración en nuestros hogares.

Las velas aromáticas se encargan de crear una atmósfera perfecta en nuestras casas con un atractivo aroma y una iluminación que da lugar a un ambiente acogedor. Una tendencia que empezó a coger fuerza hace veinte años en España y que, según los gustos y necesidades del público, ha ido evolucionando hasta crear aromas únicos y personalizados.

Además, los distintos aromas de estas velas tienen sus propios significados. Por ejemplo, la canela es conocida por atraer clientes y estimular la vitalidad, la lavanda ayuda a conciliar el sueño y elimina la ansiedad, el sándalo equilibra las emociones y promueve la relajación, mientras que el jazmín es considerado un antidepresivo natural y elimina los malos olores.

Un salón de ambiente acogedor con velas.

Un salón de ambiente acogedor con velas.

Como acabamos de decir, estamos acostumbrados a aromas como la vainilla, la lavanda o la canela que hacen del ambiente algo natural y agradable. Pero, como con todo, la industria de las velas aromáticas también ha evolucionado y se ha reinventado. A parte de poner a las velas nombres cuanto menos frecuentes y descriptivos como hierva recién cortada o brisa del océano (que no sabemos muy bien cómo pueden oler), también han creado aromas como el ajo salteado o las hojas de tomate. Y, aunque parezca mentira, esta corriente ha arrasado en todos lados. Quizá el boom de la gastronomía tiene algo que ver.

Velas de orégano o remolacha de Loewe

Desde sus inicios en Loewe, el diseñador Jonathan Anderson se ha encargado de revolucionar la marca, tanto la parte textil como los desfiles o una cosa tan insignificante como son las velas. Este diseñador no se ha conformado con los aromas de vainilla o jazmín y, junto con la perfumista Nuria Cruelles, ha creado una gama de olores que va desde la avellana tostada hasta la hoja de tomate, el orégano, el pepino… Una apuesta muy arriesgada con olores que no son tan clásicos y que nos sacan de nuestra zona de confort.

Vela con 'olor a hoja de tomate' de Loewe.

Vela con 'olor a hoja de tomate' de Loewe. Loewe

Velas aromáticas con olores propios de la gastronomía

Las velas aromáticas con olores propios de la gastronomía surgieron en Estados Unidos en la época de la pandemia. Al estar confinados en nuestras casas, mucha gente empezó a comprar velas para hacer de su hogar un sitio más acogedor y agradable de estar. Esta tendencia llegó hasta tal punto que las empresas empezaron a comercializar velas con olor a carne, para quienes echaban de menos las barbacoas, o a la pizza de su restaurante favorito.

Un ejemplo de esto es la marca Flamingo Estate, que en 2020 presentó una vela con olor a tomate recién cortado de la mata, o la compañía de fragancias Joya Studio, que presentó una con olor a ajos salteados. Estos dos artículos, por muy extravagantes y raros que suenen, se han convertido en los más populares y vendidos de ambas empresas.

Una gama de velas aromáticas que, a priori, no parece que vayan a atraer muchas ventas pero que, gracias a sus nombres tan llamativos, suscitan el interés necesario para que se vendan a montones.

2024-07-13T14:00:03+02:00
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