Vida y estilo

Los farmacéuticos alertan del uso de antibióticos para virus invernales

Advierten de la mayor dispensación y prescripción aunque el 80% de las infecciones que hay en esta época no los precisan
El desabastecimiento afecta a afecta a algunos fármacos tan conocidos como la Amoxicilina, el Orfidal, el Efferalgan, el Duphalac o el Ozempic.

Por primera vez, el mundo se enfrenta a un futuro sin antibióticos eficaces para distintas bacterias y eso, en parte, es debido al abuso indiscriminado que hacemos de estos fármacos. “El mal uso de los antibióticos está contribuyendo a que las personas nos hagamos más débiles porque las bacterias se vuelven más resistentes. Hay bacterias que llegan a ser invencibles (multirresistentes). Están tan panchas ante el antibiótico, reproduciéndose a una velocidad imparable, burlándose del medicamento, y consiguiendo que toda su descendencia sea más resistente”, explica Mar Santamaría, farmacéutica.

En invierno, este abuso se multiplica por las infecciones respiratorias propias de esta época que están producidas por virus. “Para los catarros, gripes, resfriados o incluso faringitis viral, los antibióticos no son necesarios, porque ni matan a los virus, ni bajan la fiebre, ni reducen otros síntomas como la tos, la mucosidad o los estornudos; es decir, no funcionan. Tomarlos en este caso carece de sentido, además de ser contraproducente”, insiste Julio Maset, médico de Cinfa.

Hasta el 80% de las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos, la garganta y los pulmones son de origen vírico, por lo que no requieren antibióticos. Y es que, a pesar de que durante la pandemia, se redujo el consumo de estos fármacos en España debido a las medidas de protección, como la mascarilla, la demanda acumulada en 2023 ha registrado un aumento del 3% en volumen de unidades respecto a los niveles prepandemia.

A juicio de Santamaría, “en el contexto de una infección vírica, el médico no nos prescribirá de entrada un antibiótico. Únicamente lo hará ante el riesgo de una sobreinfección bacteriana simultánea o posterior a la infección vírica. En resumen; antibióticos y virus no hacen match. Antibióticos y bacterias, sí”. Por ello, a su juicio, hay que garantizar que en el momento que los necesitemos, verdaderamente funcionen.

Cofares, una de las mayores distribuidoras de medicamentos, constata el abuso, en términos de prescripción, de este tipo de fármacos para patologías comunes, tras analizar la evolución de la demanda en farmacias de antibióticos. No solo se recetan para las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos, o la garganta, sino también para infecciones de tracto urinario y problemas bucales.

Y eso que la mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse sin receta en la farmacia. De hecho, entre el 44% y el 98% de las prescripciones de antibióticos para las infecciones del tracto respiratorio están clasificadas como “inapropiadas”.

Abuso en el dentista

Pero no solo se toman antibióticos para los virus invernales. Cofares también advierte de que en odontología se prescriben en torno al 10% del total de los antibióticos consumidos. Sin embargo, se estima que en el 70% de los casos estas prescripciones no son necesarias. En paralelo, se observa que las infecciones del tracto urinario (ITU) son la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos. De hecho, una de cada cuatro mujeres recibe este tratamiento de manera inadecuada.

El observatorio recoge que en los años previos a la irrupción de la pandemia de covid existía un patrón estacional de la demanda de antibióticos, que contemplaba volúmenes significativos en seis de los doce meses del año y máximos absolutos y relativos en las estaciones de otoño e invierno.

Un patrón que se vio alterado en la temporada 2020-2021, al registrarse una significativa disminución de la demanda. Esto fue consecuencia de la llegada del coronavirus, y las correspondientes medidas de protección instauradas como el confinamiento domiciliario, la distancia social, el uso sistemático de la mascarilla y la higiene de manos. Tras la relajación de estas restricciones, volvió a aparecer a partir del otoño de 2021 un patrón similar al prepandémico.

Para Julio Maset, “hay que tener claro que son las bacterias las que se hacen resistentes a los antibióticos, no las personas: si yo los tomo de manera incorrecta, ese comportamiento representa un riesgo no solo para mi salud, sino también para toda la población, ya que si las transmito a otra persona seguirán siendo resistentes a los antibióticos”.

Santamaría aclara que “disponemos de distintos tipos de antibiótico en función del tipo de bacteria patógena que esté causando la infección. No todos los antibióticos son efectivos para todas las infecciones bacterianas, y, por ello, es muy importante acertar en utilizar el adecuado”, señala la responsable de Atención Farmacéutica.

AL DETALLE

35.000

Muertos. Unas 35.000 personas mueren cada año en Europa como consecuencia de infecciones resistentes, aproximadamente 4.000 de ellas en España, según datos del último Observatorio sobre resistencia antibacteriana.

Postcovid

Facturación. Se observa un aumento del 3% en volumen de unidades en la demanda de antibióticos respecto a los niveles prepandemia. Las comunidades que más han crecido han sido Comunidad Valenciana y Madrid.

70% 

Innecesarios. El proyecto europeo Happy Patient pone de manifiesto que en las consultas de Atención Primaria, más del 70% de los antibióticos prescritos eran potencialmente innecesarios.

17/12/2023