Los trabajos forenses para exhumar a 128 víctimas del Valle de Cuelgamuros (antiguo Valle de los Caídos) han comenzado este lunes con la búsqueda de 18 cuerpos reclamados por sus familiares y ubicados en la cripta de la capilla del Santo Sepulcro, concretamente en el nivel 0.
Un equipo de 15 personas accederá a este lugar para localizar las cajas específicas que contienen los restos de estas víctimas, con una rotulación que indica su lugar de su procedencia.
El resto de cuerpos ubicados en esta zona y que no han sido reclamados por sus familiares "se quedarán en el sitio que ocupan dentro del columbario, mejorando su disposición y adecuación", han explicado fuentes del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática.
En la capilla del Santo Sepulcro, donde están ubicados la mayor parte de los cuerpos solicitados por familiares, los trabajos se harán desde el piso inferior hacia arriba para ir consolidando y apuntalando cada una de las cinco plantas donde hay entierros.
Por ello, posteriormente continuarán los trabajos en los niveles 1, 2, 3 y 4 de la misma capilla en búsqueda de 59 cuerpos reclamados, entre ellos los de los hermanos Manuel y Antonio Ramiro Lapeña, naturales de Villarroya de la Sierra (Zaragoza), fusilados en 1936 por los franquistas y cuyo caso de exhumación es obligatorio además en cumplimiento de una sentencia judicial de 2016.
Y el resto, hasta completar la búsqueda de los 128 cuerpos, se abordará en una segunda fase en otras capillas de la basílica.
En el Valle de Cuelgamuros, que cambió su nombre tras la reciente entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática y está considerado la mayor fosa común de España, hay enterrados 33.833 restos de víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil.
Sin embargo, los trabajos forenses de exhumación iniciados este lunes afectan solo a las 128 víctimas reclamadas por sus familiares, que recibieron la notificación de madrugada, según ha señalado a EFE el abogado de víctimas del franquismo Eduardo Ranz.
El Valle acogió también los restos del dictador Francisco Franco y del fundador del partido fascista Falange Española, José Antonio Primo de Rivera.
Ambos ya están fuera del lugar: Franco en 2019 por orden del Gobierno, y Primo de Rivera este año, en aplicación de la Ley de Memoria Democrática.
Los trabajos de exhumación de 128 víctimas tienen lugar "una vez salvados todos los escollos jurídicos, técnicos y de seguridad", según apuntan las citadas fuentes del Ministerio, que aseguran que se desarrollarán "en un acto de dignificación y de máximo respeto a los allí inhumados".
El plan de exhumación, financiado con un fondo de 650.000 euros procedentes del Gobierno, cuenta con "una adecuada proporcionalidad" entre medios humanos y materiales.
Pero desde el Ministerio advierten de que no quieren crear "falsas expectativas" sobre los resultados, ya que "no es una tarea fácil y no existe precedente equivalente en ninguna otra parte del mundo".
El Ministerio ha difundido imágenes de vídeo de los preparativos del laboratorio instalado en la propia basílica del Valle, junto a las capillas.
Las imágenes muestran a trabajadores del Instituto de Medicina Legal Forense y de la Policía Nacional ataviados con monos de protección, mascarillas, guantes y gorros, y en algunos casos junto a cajas, cámaras de fotos y microscopios con los que analizarán de forma preliminar los restos que se vayan exhumando.
A continuación, estas muestras serán sometidas a análisis genéticos a cargo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, dependiente del Ministerio de Justicia.
El Gobierno reanudó los trabajos de exhumación el pasado mes de diciembre con una fase previa de acondicionamiento que consistió en habilitar los accesos a los columbarios, asegurar las estructuras arquitectónicas que lo necesitaran e implementar los protocolos de seguridad laboral "para una intervención de esta complejidad", como explica el ministerio en la notificación enviada a los familiares.
Este lunes comienza la intervención forense propiamente dicha, que consistirá en la búsqueda y localización de los cuerpos, hasta donde sea posible técnicamente, y los correspondientes análisis genéticos que puedan dar lugar a las identificaciones.
"Podemos garantizar que los forenses que se harán cargo de esta tarea se encuentran preparados y tienen una gran experiencia contrastada en este tipo de investigaciones. La intervención se va a desarrollar mediante protocolos reconocidos internacionalmente y los laboratorios de referencia se encuentran acreditados en este ámbito", subraya el ministerio en la notificación.
Finalmente tendrá lugar una fase de acondicionamiento de los columbarios, mejorando las instalaciones y las condiciones de conservación de los restos allí enterrados.