El frito del Roch llega desde este desde este jueves a la barra del bar Noé. Así, el último propietario del negocio anuncia que la carta de 15 fritos se podrá pedir en el bar vecino, a 10 metros, en la misma calle Comedias
El frito de pimiento, el de roquefort, el de anchoa, la gamba, el jamón y queso y el de pepinillo, y el de dátil, de pulpo, espinaca, hongo, cabra, bacalao... y así hasta 15 diferentes. Ángel y Alberto, dos integrantes de la cooperativa que llevó el Café Roch hasta febrero de este año, cuando el local se cerró por la orden de desahucio, ya han anunciado que han alcanzado un acuerdo de colaboración con el Noé, el bar situado justo en frente, para ofrecer la carta del centenario establecimiento de la calle Comedias.
"Llevan desde febrero sin trabajar, y, mientras no se solucione el traslado (hay pendiente que se resuelve la licencia municipal), han alcanzado un acuerdo con el Noé", explica Víctor Armino, el propietario actual del negocio de hostelería tras adquirirlo a los dueños del local.
Y Ángel J., camarero del Roch durante 16 años y miembro de la cooperativa que gestionaba el local, quien desde este jueves trabajará en el Noé junto a Alfredo B., éste en la cocina, lo confirma: "En enero cerramos la persiana, y desde entonces, hemos estado parados", se lamenta. Ahora vuelve con ganas y con 15 fritos debajo del brazo: "Nos lo ofreció el dueño del Noé, que es amigo, y lo valoramos", explica y añade que van a ofrecer estas quince especialidades diferentes, que se venderán junto a los cinco fritos del Noé, entre estos últimos, el jamón y queso y el calamar. 20 fritos en total, y todos ellos a un precio unitario, 2,40 euros.
Están preparando las pizarras y los carteles, donde se anunciará la carta de fritos de uno y otro bar, y esperan que el público los reciba con los brazos abiertos, como siempre: "Del Roch lo más conocido eran sus fritos, por eso los recuperamos en la misma calle, a solo 10 metros del local anterior, no tenía sentido que nos fuéramos más lejos", indica Ángel.
“ ”
Porque para el negocio del Roch "el 90% eran sus fritos, ya que al no abrir de noche funcionábamos principalmente a la hora del vermú y del pintxo de la tarde", apunta.
¿Qué tienen los fritos del Roch de especial? Según Ángel, la receta "es la misma de siempre", y se diferencia de otras "por su cobertura, más crujiente, tipo tempura", explica. Eso y que "la besamel nunca se congela. Todos son caseros, hechos a mano".
Hasta 450 fritos, "en un sábado bueno"
El frito del Roch ahora son más de una quincena, porque el local antes del cierre llegó a elaborar hasta 19 diferentes al mismo tiempo. Y echando cuentas, "porque nunca los hemos contado", Ángel calcula que "en un sábado bueno" llegaban a salir a la barra hasta 450 fritos. "Esperamos que la clientela vuelva, porque tienen ganas de comerlos de nuevo", observa Ángel.