Los hosteleros de Ansoáin lo tenían claro: había que organizar un evento culinario para que los vecinos consumieran más en los bares del pueblo. Apostaron por la croqueta, organizaron la primera semana de este manjar y el evento fue un éxito rotundo.
“Estuvimos friendo croquetas y croquetas sin parar”, aseguró Alberto Otel, de la Cafetería Maian e impulsor de esta cita gastronómica. “Hemos notado mucho ajetreo en el bar. La respuesta de la gente ha sido muy buena y en una semana, hemos vendido 780 croquetas”, incidió Eduardo Ciaurriz, fundador de El Bulldog de Petus. Ayer, en la sociedad Bikupe, se celebró la entrega de premios y, por si había dudas, confirmaron una segunda edición.
Alberto Otel, de la Cafetería Maian, ganó el concurso gracias a su croqueta de ají de gallina. “Hemos transformado un plato típico de Perú en una croqueta”, explicó. La croqueta lleva gallina cocida con laurel, bechamel con ají –le da un toque picante y color amarillo–, arroz y huevo duro. “Una vez frita, se acompaña con queso parmesano y un paté de aceituna negra”, comentó Alberto, creador de esta curiosa croqueta. “Estos concursos son para divertirse, dar rienda suelta a la imaginación y que la gente pregunte qué está comiendo”.
Eduardo Ciaurriz, del bar El Bulldog de Petus, se llevó la medalla de plata. “He presentado una croqueta de carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto con una mermelada de manzana y aceite especiado japonés. No quería preparar la típica croqueta de jamón, he apostado por algo distinto”, señaló Eduardo, que en agosto de 2021 levantó la persiana de El Bulldog de Petus. “Nos apuntamos para darnos a conocer y ha funcionado. El año que viene repetiremos, sin ninguna duda”, adelantó.
En tercera posición quedó el Bar Tolo y su croqueta de huevo frito con chistorra. “Hago muchos fritos y ya se me habían agotado todas las ideas. No quería presentar algo típico, así que decidí juntar en una croqueta dos productos que se comen mucho en Pamplona”, relató Estrella Martín, que también participará en la siguiente edición. “Me meto en todos los sarados. Siempre hay que apuntarse a las iniciativas populares”, defendió.
Segunda edición
Alberto destacó que se había cumplido el objetivo inicial que se habían propuesto: que los vecinos consumieran en los diferentes establecimientos de la localidad. “Te acomodas a un bar y siempre vas al mismo, no sales de ese círculo. El objetivo era mover a la gente y se ha conseguido. Los compañeros me han dicho que han atendido a clientes que no se habían pasado en la vida por su bar”, se enorgulleció.
Por eso, anunció una segunda edición de la Semana de la Croqueta y otras jornadas gastronómicas: “Las sensaciones son muy buenas porque la gente ha consumido a pesar de que estamos en las puertas de la Navidad. Es más, los bares que no se apuntaron por incertidumbre ya nos han dicho que se unirán a la segunda edición”.
Tras la entrega de galardones, se realizaron cuatro sorteos entre las 240 personas que habían consumido en, al menos, cuatro de los siete establecimientos participantes. El primer premio, que se sorteó exclusivamente entre las 80 personas que habían completado el sello de los siete establecimientos, consistió en un desayuno en Maian para dos personas –dos chocolates y una docena de churros–, un vermú para dos en el Bar Tolo, una comida para dos en El Bulldog de Petus y una cena en el Zaldiko de dos bocatas de albóndigas con una botella de vino crianza.
El segundo premio, si se había sellado al menos en seis bares, fue un desayuno en Maian –dos chocolates pequeños y media docena de churros– y una ración de jalapeños y de verduras en tempura con una botella de sidra en la Taberna Txinparta. El tercer premio, si se había sellado en al menos cinco bares, consistió en dos raciones de jamón y una botella de crianza en los bares Cañas y Barro. Entre las personas que habían sellado en cuatro bares, se sorteó un almuerzo para dos en el bar Ugarte..