El tercer domingo de octubre es una fecha destacada en las celebraciones de Altsasu, el día de ferias, una cita de origen ganadero con siglos de historia. Si bien en un principio el Ayuntamiento no había organizado ningún acto para este fin de semana, el grupo de Altsasuko Erraldoiak no quiso pasar por alto esta fecha y ante el fin de las restricciones sanitarias, Kinto, Kinta, Momotxorro y Sorgiña volvieron a salir a la calle, su medio, en una animada kalejjira en la que estuvieron acompañados de cientos de txikis y familiares durante todo el recorrido.
Además, querían celebrar que se cumplen 10 años desde el regreso de los gigantes. Y es que las peñas de Altsasu realizaron un llamamiento para sacar las figuras en las diferentes celebraciones y llenar el gran vacío que dejo la desaparición de la Comparsa de Alsasua en 2002 tras 22 años de andadura por falta de personal. Así, se organizó un curso para aprender a bailar estas figuras. Acudieron nueve personas, un colectivo que desde el principio dejó claro que no era una comparsa al uso. "Somos un grupo abierto a todas aquellas personas que quieran participar", decían y siguen diciendo. Así, en fiestas de 2011 volvieron a salir Momotxorro, Sorgiña y la pareja de reyes moros.
A lo largo de esta década han salido y entrado nuevas personas. De aquellos primeros quedan tres: Mikel Gereñu, Javi Rivero y Jesús Guzmán. El grupo actual se completa con Javi Fernández, Javi Lumbreras, Gorka Periánez, Miguel Ángel Nuncio, Jonathan Medina, Martín Hualde, Raúl Agirre y Alex Ignacio. Ayer se quejaban de que el Ayuntamiento no les había pagado el almuerzo porque no había partida presupuestaria para fiestas. Es el honorario que reciben por muchas horas de su tiempo para mantener vivas estas figuras y con ella la ilusión de los txikis.
Un momento destacado en estos 10 años de historia del grupo es la incorporación en las fiestas de 2019 de Kinto y Kinta, dos personajes que forman parte de la identidad altsasuarra. No en vano, son los protagonistas de las fiestas de la juventud que se celebran en torno a Santa Águeda, una celebración que comienza con la mayoría de edad y continúa el resto de la vida. Ahora, al grupo de Altsasuko Erraldoiak, con la ayuda del Ayuntamiento, le gustaría renovar a Momotxorro y Sorgiña, que pronto cumplirán 30 años. "Están muy desequilibrados, con el peso sobre todo en la cabeza y es complicado bailarlos", apuntaron.
Tras recorrer las principales calles de la villa, con diferentes paradas, los gigantes finalizaron su paseo en la plaza donde volvieron a bailar antes de despedirse hasta la próxima cita. En un principio será en mayo, con motivo de las fiestas de Alde Zaharra.