Los gobiernos vasco y español se reunirán para analizar las opciones de culminar las transferencias

Hace meses que el teléfono solo suena para negociar la transferencia de las líneas de tren de cercanías. El Gobierno español no responde a otras ofertas del Gobierno vasco, y este bloqueo en el cumplimiento del Estatuto de Gernika está tensionando la relación entre el presidente Sánchez y el PNV. La parálisis ha sembrado tantas dudas sobre la voluntad del Ejecutivo español para continuar y culminar el proceso, que ya se exige un ejercicio de clarificación y se pronuncia una frase sintomática: “Tenemos que hablar”. En este contexto, fuentes del Ministerio de Política Territorial de Isabel Rodríguez adelantan a este periódico que se reunirán con el Gobierno vasco para analizar la situación de los traspasos pendientes. Esta disposición se conoce después de que el lehendakari exigiera una Comisión Permanente, y después de que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, reclamara en una entrevista con este periódico que el Gobierno español aclare antes de lanzar los Presupuestos cómo piensa culminar el proceso.

Esta reunión permanece por ahora envuelta en la nebulosa y la indefinición. No tiene fecha ni interlocutores designados. Sí parece estar llamada a esclarecer el futuro de este proceso y marcar un punto de inflexión. Si ese punto de inflexión es a mejor o a peor dependerá de lo que allí se trate. El Ministerio afronta la cita con la intención de estudiar la situación jurídica de las solicitudes de traspasos y posibles fórmulas para abordarlos.

Sigue viendo problemas jurídicos en algunos de ellos, lo que a su vez molesta a la consejería de Olatz Garamendi porque esos traspasos están en el Estatuto de Gernika, que es ley, y aparecen en el calendario que aprobó el propio Consejo de Ministros, de ahí que no contemple su cuestionamiento. El Ministerio asegura que tratará de encontrar “posibles soluciones”, y por ahora solo da por hecho el acuerdo sobre trenes. Mientras tanto, Garamendi sigue tratando de buscar avances con una sexta propuesta de traspaso. La envió la semana pasada y pide el Centro Nacional de Verificación de Maquinaria con sede en Barakaldo, que figura en el calendario.

El equipo de Isabel Rodríguez defiende que “hay contactos” y que “nunca dejó de haberlos”. “Pero entramos en una nueva fase en la que hemos dicho al Gobierno vasco que nos sentemos y analicemos la situación jurídica de las solicitudes de traspasos y posibles fórmulas, siempre desde el rigor técnico, jurídico y normativo. Se han intensificado los contactos y los trabajos, especialmente con el traspaso de ferrocarriles. Se están cerrando ya los últimos flecos. Desde el Gobierno, la disposición es siempre al diálogo y el pacto y culminar, con rigurosidad jurídica, el máximo despliegue del Estatuto de Gernika”, sostienen.

¿NUEVA FASE?

La “nueva fase” en los contactos la anunció el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, en el pleno de política general, con la intención de deslizar que se reactivaría el proceso. Pero no está muy claro que el Gobierno español haya prometido tal cosa. Queda un año de legislatura, poco tiempo si se tienen en cuenta los antecedentes del gabinete de Sánchez, en el sentido de que quedan una treintena de materias, y desde la moción de censura se han pactado solo unas diez.

El Ministerio sigue defendiendo que hay problemas jurídicos en varios traspasos. Por ejemplo, dice que el acuerdo sobre la ordenación del litoral es complicado porque el Estatuto lo recoge de manera escueta en su artículo 10.31, aunque la consejera Garamendi recuerda que es ley y que será en el proceso de negociación cuando se baje al detalle. La consecuencia es que el Gobierno español no ha creado los grupos bilaterales de negociación con el Gobierno vasco para discutir este traspaso, ni tampoco las otras cuatro materias que envió Garamendi. Ascienden ya a seis, tras revelar ayer lunes que ha enviado la de verificación de maquinaria, que está relacionada con la salud laboral.

Las otras son las autorizaciones iniciales de los permisos de trabajo en migración, meteorología, salvamento marítimo y fondo de protección a la cinematografía. La reunión servirá para hablar de estas materias, pero también del panorama general de las transferencias.

Desde la consejería de Garamendi matizan, por un lado, que queda bastante trabajo por delante para cerrar el traspaso de los trenes y que no hay ningún indicio que permita decir que sea tan inminente como lo pinta Madrid, más allá del compromiso político que adquirió la ministra en julio en Leioa en su reunión con la consejera, donde prometió que llegaría en septiembre u octubre, antes de abordar los Presupuestos estatales. Sobre las otras propuestas de Garamendi, aseguran que no hay respuesta. La otra veintena de materias está totalmente en barbecho.

El lehendakari pedía en el pleno de política general como señal de confianza que el traspaso de trenes llegue ya, que se activen los grupos sobre las ofertas de Garamendi, y que se ponga en marcha una Comisión Permanente para que el diálogo sea constante y estable y no se active solo cuando exista un interés político en Madrid. Ha pasado un año y medio desde que se cerró por última vez un bloque de materias del calendario, encabezado por prisiones.