A unas horas de que se determine si el Sindicato de Guionistas irá a la huelga paralizando así las producciones de Hollywood, la posibilidad de un acuerdo entre el Sindicato y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP por sus siglas en inglés) parece difícil.
Según informan medios estadounidenses como The Wrap, fuentes cercanas a la negociación explicaron que pese haberse logrado algunos progresos durante las reuniones de la semana pasada, el panorama de conciliación entre ambas partes se mantiene "muy distanciado".
Tras las últimas conversaciones, el sindicato envió un correo electrónico a sus 20.000 miembros este domingo para que estuvieran preparados ante el posible estallido de la huelga.
El escrito también tenía una encuesta en la que les preguntaba a sus integrantes los horarios y lugares preferidos para las manifestaciones, y subrayaba que es obligatorio participar en ellas.
"Las manifestaciones son una táctica clave para demostrar que estamos todos juntos en esto", dijeron fuentes de la organización a la revista Variety.
Se prevé que este lunes se mantengan las negociaciones durante todo el día.
Hollywood está viviendo semanas convulsas después de que el sindicato y los grandes estudios, representados en la AMPTP, no hayan llegado a un acuerdo para renovar el contrato colectivo que los ha vinculado durante los últimos tres años, que termina a la media noche de este lunes.
Los guionistas aspiran a firmar un paquete de aumentos salariales valorado en casi 600 millones de dólares, que incluiría un incremento del salario mínimo; la creación de un plan de pensiones; un seguro de salud "digno"; y la revisión de los conocidos como "residuals", pagos individuales por producciones emitidas principalmente en "streaming".
Sin embargo, las demandas del sindicato chocan con la situación económica de compañías como The Walt Disney Company, Warner Bros. o Netflix, que tratan de reducir costes para hacer frente a sus altos niveles de deuda en un mercado a todas luces saturado.
Entre las consecuencias que tendría una huelga está el retraso en la producción y estrenos previstos de series y películas, así como las pausas casi inmediatas de programas de televisión semanales, siendo los proyectos televisivos de actualidad los que se verían más afectados.
La última huelga de guionistas duró alrededor de tres meses entre 2007 y 2008. En 2017, la organización estuvo a punto de paralizar sus actividades una vez más, pero antes de que se cumpliera el plazo el sindicato y la AMPTP alcanzaron un acuerdo.