¿Imaginan cualquier serie o un programa como El intermedio sin el trabajo de un equipo de guionistas? Nada sería posible sin quienes dan forma a las historias que todos disfrutamos, por ejemplo, en las plataformas de streaming.
Los guionistas hollywoodienses están viviendo los primeros días de una huelga que se prevé larga, motivada por la petición del colectivo de un mínimo de profesionales para el desarrollo de los proyectos e incrementos retributivos. Como consecuencia, en el aire flotan preguntas en torno a cómo y a qué series afectará.
Según algunas informaciones, los estudios valoran que unas 600 producciones podrían verse afectadas, entre ellas futuras temporadas de títulos como Yellowjackets o Cobra Kai. Otras, como la segunda temporada de La casa del dragón o la quinta de Stranger Things, están en fase de producción con todos los guiones cerrados. Y las plataformas tienen reservas como para no pasar problemas, al menos hasta 2024.
PEORES CONDICIONES
Los problemas a los que se enfrenta el colectivo son similares a este lado del charco. Aunque con los agravantes de que el sector, en el Estado español, no está tan reglamentado y la mayoría de los profesionales guionistas son autónomos, lo que hace prácticamente imposible que un sindicato “tenga verdadera representatividad para negociar”. Así lo resume el navarro Natxo López, miembro de la junta directiva del sindicato ALMA y uno de sus 800 miembros.
Este sindicato de guionistas fue fundado en 1989 pero hasta 2015 no consiguió la incorporación de sus tablas salariales en el convenio colectivo de la industria audiovisual.
López, que ha escrito para series como Operación Marea Negra, Vivir sin permiso, Caronte, Entrevías, Allí Abajo o 7 Vidas, insiste en que una de sus principales luchas es “tener una mayor fuerza y representatividad. En Hollywood todos los guionistas profesionales están afiliados y tienen la obligación de participar y seguir sus normas, por eso la huelga es ampliamente seguida. Aquí eso sería mucho más difícil”. Este guionista navarro recuerda que trabajar en una serie para la televisión tradicional suponía contar con un equipo grande y estable por temporada. Pero con la llegada de las plataformas todo ha cambiado. “Se decía que iba a traer más trabajo pero ha resultado ser más precario e inestable. Ahora te piden un capítulo, luego dos o tres más y escribes varios sin saber si se va a emitir o no y luego las temporadas son más cortas”.
Natxo López, con más de 20 años de experiencia, destaca además que “el problema es que plataformas con beneficios millonarios quieren gastar menos y muchos guionistas abandonan el oficio porque no les da para vivir”.