Los gusanos hallados en un plato de sopa del catering que se sirve al personal médico del Complejo Asistencial Universitario de León (CAULE) han sido identificadas como 'larvas de la harina', inocuas para la salud humana, y de las diligencias efectuadas se deduce que se trató de un hecho "puntual y único".
Así lo han determinado los Servicios de Control Oficial de la Junta en León, que han finalizado las actuaciones desarrolladas con motivo de este incidente ocurrido en el turno de cenas del 28 de octubre en la cafetería de personal del centro sanitario leonés.
Según ha informado este martes la Consejería de Sanidad, estas intervenciones por parte de los funcionarios correspondientes del Servicio Territorial de Sanidad en León consistieron inicialmente en la inspección pormenorizada del establecimiento, durante la cual verificó sus "condiciones generales de higiene en instalaciones y en prácticas de fabricación y manipulación de los alimentos".
También se llevó a cabo una auditoría del sistema de autocontrol de la propia organización responsable, la empresa Serunión, "sin que en estos controles se haya detectado hallazgo o deficiencia importante".
Sólo hubo un plato en el que se localizaron tres larvas
Asimismo, se recabó otro tipo de información necesaria para la investigación puesta en marcha (número de comidas servidas, materias primas utilizadas, origen de las mismas,â) y la empresa responsable aseguró que sólo hubo un plato en el que se localizaron tres larvas y que una vez colada la sopa restante no se halló ningún ejemplar más.
Los Servicios de Control Oficial adscritos a la Delegación Territorial leonesa también procedieron a la recogida y precintado de muestras-testigo del preparado alimenticio implicado, de la materia prima utilizada (fideos), de una de las larvas halladas en la comida y de otros alimentos usados en la elaboración del plato, todo ello inspeccionado en el Laboratorio de Salud Pública de León para buscar otros ejemplares del insecto, descartándose la presencia de otras larvas o adultos.
Así, tras su análisis en el Laboratorio de Entomología Médica del Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud 'Carlos III', la larva remitida ha sido caracterizada como Tribolium sp., un coleóptero de la familia de Tenebrionidae, escarabajo bastante común en alimentos de origen vegetal envasados.
Generalmente se alimentan de cereales, harinas, pastas alimenticias o galletas y no son patógenos para el ser humano ni están involucrados en la transmisión de ninguna enfermedad.
Una vez definida su etiología, la actuación inspectora de la Junta en este caso se amplió con una nueva inspección para determinar el origen de la larva y establecer medidas preventivas y correctoras, centradas en el almacén donde la empresa deposita las materias secas no perecederas, en donde se comprobó "el buen estado de las instalaciones, la adecuada rotación de los alimentos y el tiempo que media entre la llegada de las pastas/harinas hasta su utilización (que no sobrepasa las tres semanas)".
Igualmente se procedió a la apertura y búsqueda en algunas bolsas de larvas asimilables a las que protagonizaron el incidente con resultado negativo.