Si hay un espacio natural de Soria archiconocido por todos es su famosa Laguna Negra, en el Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares de Urbión, en el norte de la provincia y lindando con La Rioja, del que también forman parte otros lagos como las lagunas Larga, Helada, Mansegosa y la del Hornillo. De estas aguas que rodean y caen del pico Urbión nace el río Duero, que recorre la comarca soriana de Pinares, una extensa mancha boscosa de grandes pinos que se alterna con otras arboleda de hayas, robles o enebros.
No es el único parque natural. Cercano al de Urbión se encuentra el de las Lagunas Glaciares de Neila, que también cuenta con su propia laguna Negra y a la que rodean la de la Cascada, la de las Pardillas, la Brava o la Oruga. Más al sur, en lo que se conoce como Pinares Bajos, se encuentra el Parque Natural Cañón del Río Lobos, que cuenta con espectaculares rutas senderistas por un paisaje kárstico esculpido por el río Lobos. Entre estos tres parques, separando Pinares Bajos de Pinares Altos se encuentra el espacio Pinar Grande, una extensa área que llega por el este hasta el embalse de la Cuerda del Pozo, el primero que el Duero protagoniza a lo largo de su largo curso y que se ha convertido en uno de los principales centros de actividades acuáticas de Soria.
Toda esta comarca recibe el sobrenombre de la Soria Verde.
Recorrer la Soria Verde
Tres son las rutas que se pueden seguir para recorrer la comarca de Pinares. En el sur, de este a oeste y partiendo desde la localidad de Abejar, la carretera N-234 lleva hasta San Leonardo de Yagüe pasando por Cabrejas del Pinar y Navaleno. Esta vía marca la separación entre Pinares Bajos y Pinar Grande (y por extensión, de Pinares Altos). También de Abejar sale la CL-117, que pasando por encima del embalse Cuerda del Pozo llega hasta Duruelo de la Sierra, en las inmediaciones de Urbión, Neila y los parques de las lagunas, pasando por Molinos de Duero, Salduero y Covaledo. Ambas conectan con Burgos.
La tercera ruta parte de Molinos de Duero por la SO-820 en dirección norte hasta Vinuesa, capital de Pinares, y desde allí por la SO-830 hacia La Rioja, hacia la sierra Cebollera pasando por El Quintanarejo, Santa Inés y Montenegro de Cameros.
Por la N-234
La localidad de Abejar está considerada como la Puerta de Pinares ya que es el acceso más sencillo a la comarca. Por aquí pasar el ramal Castellano-Aragonés del Camino de Santiago. Mientras se recorre el pueblo se puede disfrutar de la parroquia de San Juan Bautista, una iglesia gótica que desataca por el singular tono oscuro de sillares de arenisca. Otro elemento de su patrimonio que hay que visitar es la ermita de Nuestra Señora del Camino, del siglo XVIII, y que marca un ramal de La Cañada Real Soriana Occidental, importante vía pecuaria de la misma época.
Dejando para la vuelta el espectacular embalse Cuerda del Pozo para después, en dirección a la provincia de Burgos se llega a Cabrejas del Pinar, al pie de la sierra. Justo en su vertical se alza el Castro del Pico, un antiguo bastión que lo protegía en tiempos más convulsos. Un paseo por la localidad llevará hasta la iglesia de San Millán de la Cogolla, del siglo XVIII y junto a la cual se puede ver el medieval Rollo de Jurisdicción. A la salida de la población se alza la ermita de Santa Ana. Pero es su entorno natural lo que retiene a los visitantes gracias la Monumento Natural del Fuentona y la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor.
De nuevo en ruta, se pasa por la ermita de la Virgen Blanca, donde se dejan atrás los terrenos bajos de labranza y se adentra en el inmenso pinar para llegar a Navaleno. Esta villa se ha convertido en los último años en la capital micológica de Soria. Mientras se hace rato para degustar la setas se puede visitar la iglesia de San Esteban Protomártir y la ermita de San Roque.
Este trayecto acaba en San Leonardo de Yagüe. A su entrada se conserva el Arco, único resto de su antigua muralla. También se pueden ver los restos del que fue el primer castillo abaluartado construido en España. Dentro de la arquitectura civil destacan dos casonas de los siglos XVIII y XIX en la calle de la Fuente. Y no es anecdótico el nombre de esta calle en una población cercana al Cañón del Río Lobos, ya que abundantes son las fuentes que salpican de San Leonardo, entre ellas la de Cuvas de Hiedra, San Cristóbal, Tío Briones o la de la Gitana.
Por la CL-117
De vuelta a Abejar, se sale de esta localidad en dirección norte por la carretera CL-117 hacia Molinos de Duero pasando por encima de una de la colas del pantano de Cuerda del Pozo, donde se encuentra la playa de Pita, un lugar recreativo acuático muy visitado por los sorianos. Esta villa fue parte de la Real Cabaña de Carretería (bueyes que tiraban de carretas), de lo que queda como recuerdo casonas de los siglos XVI y XVIII. Otro de los edificios emblemáticos es la iglesia gótica de San Martín de Tours, caracterizada por su planta de cruz griega.
Casi sin solución de continuidad el excursionista se encuentra con Salduero, uno de los más bonitos de Castilla y León con sus calles empedradas y casas de cantería trabajada. Como legado a su pasado ligado a la trashumancia cruza el rio Duero el puente de los Carreteros, que da entrada directamente a la plaza mayor y al edificio del Ayuntamiento. Recorrer la orilla del Duero ofrece sorpresas como la ermita del Santo Cristo.
La siguiente parada puede ser Covaleda, una de las localidades más importante de la comarca y cuyo entorno la convierte en uno de los principales centros de actividades al aire libre como senderismo, ciclismo de montaña, esquí de fondo. Su ruta más destacada lleva hacia la Laguna Negra y el Urbión. La arquitectura de este pueblo resulta más moderna que la de sus vecinos, ya que fue reconstruído tras el incendio que la arrasó a principios del siglo XX. Uno de los pocos edificios que se salvó fue la iglesia de San Quirico y Santa Julita, de finales del siglo XVII.
El último pueblo es Duruelo de la Sierra, donde la naturaleza de la sierra de Urbión se impone con toda su fuerza. Así, el paraje de Castroviejo es una de sus joyas, un entramado de piedra y roca que merece el título de ciudad encantada. También la Cueva Serena merece una visita para ver la cascada que vela su entrada. Pero su antiguo patrimonio histórico también debe conocerse. Los restos prerrománicas sobre los que se levanta la iglesia de San Miguel y su necrópolis rupestre del siglo IX ya indican que esta zona estuvo poblada antes de existir oficialmente en el siglo XIII.
Por la SO-820 y SO-830
Rehaciendo el camino, y de nuevo en Molinos de Duero, se toma la SO-820 en dirección a Vinuesa, cabecera de la comarca y donde el recién nacido río Duero vierte sus aguas al embalse Cuerda del Pozo, que hunde en sus aguas la localidad de La Muedra, de la que aún puede verse la torre de su iglesia. Esta antigua ciudad ya estaba habitada ante de la llegada de los romanos, que la convirtieron en uno de sus nudos de comunicación. Su larga historia ha dejado innumerables huellas, desde el puente romano (reconstruido varias veces y aque ahora queda bajo las aguas del embalse) hasta todas las casonas relacionadas con las poderosas familias que dominaron la localidad, como la casa de los Ramos. La iglesia de la Virgen del Pino, de estilo gótico es otro edificio que hay que visitar.
A la salida de Vinuesa se toma la SO-830 hacia el norte, hacia La Rioja. La carretera se interna en la sierra del Portillo ascendiendo hacia la pedanía de El Quintanarejo, donde se puede disfrutar de la la arquitectura popular de esta comarca en todo su esplendor, como en el Muro del Paso de los Ameros y sepulturas antropoides en el Onsar de Pedro García. En el casco urbano se sitúa la ermita de Santa Catalina.
La ruta sigue ascendiendo hasta el despoblado de Santa Inés, cuyas abandonadas casa son ahora refugio para el ganado. Este uso no se ha hecho extensible a la ermita de Santa Inés. La laguna Negra no queda lejos de aquí. Siguiendo hacia Montenegro de Cameros se pasa por Punto de Nieve Santa Inés, una estación de esquí y actividades invernales. Un impresionante paisaje de sierras y valles cubiertos de bosques de hayas, robles y encinas, serbales, castaños, avellanos y acebedas hacen de Montenegro de Cameros forma parte de los espacios protegidos por la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial protección para las Aves.