Estitxu Aginagalde Villegas es la creadora que se encuentra detrás de la marca Mxuk-basque. Nació en Azpeitia, donde tiene su taller de trabajo en el que desarrolla su firma, se idean las creaciones, patrona, corta y cose sus Mxuk. No obstante, actualmente vive en Zarautz, por lo que su corazón siempre se encuentra dividido entre ambas ciudades. Hija de madre modista, creció en el taller de costura de su ama y en la tienda de venta de ropa familiar. “Creo que el ambiente en el que me crié fue decisivo para que optara por este camino. Me encanta crear y ver que mis creaciones llegan a la gente”, señala la diseñadora.
Un proceso de varias fases
El tiempo que invierte en cada creación depende del modelo, aunque es muy difícil concretar en cuánto tiempo hace cada pieza. En la primera fase se encarga del diseño, patrón, pruebas, combinaciones de colores... A la vez, trabaja el escandallo de la pieza, gasto de tela, cintería y fornituras, costes de tiempo y mano de obra. Todo esto para calcular a cuánto se puede vender y si resulta viable. “Confeccionamos unos pocos y probamos. Probamos si gusta el modelo y si llega al cliente el mensaje que queremos transmitir con ese diseño. Ese punto es muy importante para mí. Es importante que cada modelo Mxuk cuente una historia e intente cubrir una necesidad; o se diferencie de otras marcas”, nos explica a conciencia Aginagalde.
Posteriormente, ya comienza a trabajarlo más en serie. Prepara el colchón para el corte con todos los colores, y aún siendo un trabajo artesanal, intenta trabajar lo más en serie posible. De esta manera, consigue que la calidad sea óptima y ajusta los márgenes del producto. Además, considera que conseguir materiales que sean diferentes o que encajen con aquello que quiere contar no resulta fácil y, muchas veces, los mínimos que piden los fabricantes resultan muy difíciles de asumir por pequeñas marcas como la suya.
Unión en la lucha por un sueño
Sin lugar a dudas, Aginagalde nos cuenta que cuando comenzó en esto le hubiera venido bien saber la importancia de crear sinergias y lazos de acompañamiento entre personas que están en proceso de crear y poner en marcha pequeños proyectos. “Hacer unión entre creadoras que están luchando por un sueño, gente que se encuentra en la misma liga que tú, me parece esencial. En este caso hablo en femenino, ya que no sé muy bien por qué, pero si de algo me he dado cuenta en todos estos años que llevo con Mxuk es que las mujeres que estamos detrás de proyectos pequeños tendemos a apoyarnos y buscar unión”, explica. Para aquellos que quieran empezar en este tipo de creaciones, la patronista les recomienda que conecten con aquello que quieran contar y que busquen la manera de ser original. Y sin lugar a dudas, que hagan un buen plan de viabilidad que les ayude a empezar el camino con más seguridad, ya que detrás de una pequeña marca, hay muchos aspectos que no se ven a simple vista.
“ Hacer unión entre creadoras que están luchando por un sueño me parece esencial@mxuk.eus ”
En definitiva, Esti Aginagalde encara el futuro con muchas ganas e ilusión. Aunque ha sido un año y medio de mucho trabajo, sin contar las horas que ha metido en el proyecto y el cansancio que nota, ve como todo va cogiendo forma y la semilla de aquello por lo que apostó se refleja ahí. “Creo que si vamos avanzando poco a poco, Mxuk podrá llegar a ser aquello con lo que soñé en su día, y tengo mucha ilusión de ver qué es lo que nos deparará el futuro”, concluye.
Las redes sociales como herramienta valiosa para las pequeñas marcas
Respecto a las redes sociales, Aginagalde opina que como marca pequeña es un esfuerzo estar en ellas y crear contenido. Pero, por otro lado, considera que son una herramienta muy valiosa para marcas pequeñas como la suya, ya que les da la opción de llegar directamente al cliente final. Por lo tanto, para ella ahora mismo sería inimaginable vivir el día a día sin ellas, pues cree que tendría que volver a reinventarse. Además, a ella le encantaría tener las redes de Mxuk más cuidadas, pues cree que tienen bastante margen de mejora. Su red principal es Instagram y ahí tienen unos 2.300 seguidores. “Aunque ya sabemos que la cuenta es muy txiki, es una comunidad muy maja. De hecho, muchas de las ventas entran por Instagram”, comenta. Por ello, espera cuidar mejor este canal en un futuro próximo, aunque ahora mismo la prioridad de la marca está en crear stock, salir a markets y tener todos los puntos de venta con producto, ya que les cuesta mucho llegar a todo.
Bolsos en material técnico que se encuentran protegidos del agua
Una marca que busca transmitir el cariño que ponen en todo el proceso de creación de sus piezas
Lo que más le ha costado a Esti Aginagalde ha sido vencer sus miedos, sin embargo, es también de lo que más orgullosa se siente. “Me siento orgullosa de haber seguido la estela de aquello que solo existía en mi mente”, destaca. Y es que cuando decidió hacer la colección de bolsos en material técnico, tenía claro que quería que los bolsos estuvieran protegidos del agua. Esto suponía un salto muy grande a nivel de inversión y de cambiar la manera de trabajar. En aquel momento no sabía si iba a gustar, si iba a acertar con los modelos o si se vendería un solo Mxuk, pero lo vio claro. “A veces es importante escucharte y conectar con aquello que quieres contar, aquello que te diferencia de los demás”, sonríe la diseñadora.
Además, como curiosidad nos cuenta que Mxuk es abreviatura de muxuk, ya que con el nombre de la marca quiere trasmitir el cariño que pone en todo el proceso de creación de sus piezas.
Por otro lado, tienen algún punto de venta y están como marca elegida en el Cristóbal Balencaiaga Museoa. Aparte, suele salir a mercados de creadores y creadoras o de artesanía, con la intención de dar a conocer su marca y explicarles a sus clientes lo que significa Mxuk.
Anécdotas
Esti Aginagalde nos cuenta que una vez en un market en Bizkaia coincidió con una pareja “bastante efusiva”. Al marido le hizo gracia la explicación sobre Mxuk y, para cuando se dio cuenta, el hombre se emocionó y le estampó dos besos. A su señora le hizo mucha gracia y ella se quedó sin saber cómo reaccionar. También tiene anécdotas de clientes que vuelven a por otro Mxuk, o que pasan por el market a decirles que están encantados con la compra que hicieron. “Siempre es un subidón de energía e ilusión recibir ese feedback. Anécdotas del directo que, cuando vuelves al taller entre semana y estás ahí entre cortar y coser, te sacan una sonrisa”, explica la patronista.