Tras cuatro días de aparente calma, la ofensiva en el hospital Donostia vuelve a recrudecerse en lo que parece un cara a cara abierto, ya no solo con el Departamento de Salud sino también con el Hospital de Cruces. Cuando parecía que las aguas bajaban menos revueltas, ayer al mediodía los jefes médicos críticos decidieron tensar aún más la cuerda al acordar retomar las concentraciones de protesta tras, supuestamente, un encontronazo con el nuevo gerente, Agustín Aguirre, a quien no reconocen ya como interlocutor.
Los médicos, que se han plantado ante la gestión de Osakidetza en la OSI Donostialdea, celebraron una asamblea de urgencia en la que expusieron el último conflicto con la gerencia y decidieron convocar concentraciones de protesta todos los lunes de las próximas tres semanas a las 8.15 horas en las escaleras de acceso al centro sanitario donostiarra, como ya hicieran a comienzos de la semana pasada. Si la Navidad había comenzado con una notable rebaja de la tensión entre los jefes de servicio rebeldes y el Departamento de Salud, una reunión celebrada el jueves a instancias del nuevo gerente, que citó a los miembros de la comisión negociadora, parece ser el detonante que ha embarrado de nuevo el terreno de juego, y ha llevado a los facultativos críticos a volver a protestar.
Y es que algunos médicos han decidido dirimir en los medios de comunicación la disputa, lo que ha torcido el camino del diálogo emprendido entre la dirección de Osakidetza y los jefes del Hospital Donostia. Según ha trascendido, el motivo de la reunión fue, según comento al término de la asamblea el jefe de Neurología, Adolfo López de Munain, una entrevista concedida por el exsubdirector médico de la OSI, Adolfo Beguiristain, quien dimitió de su cargo después de que Osakidetza destituyera a la gerente, Itziar López, y a la directora médica, Idoia Gurrutxaga.
En la entrevista, Beguiristain ahondaba en los motivos que ya hizo públicos en el momento de su dimisión, en concreto en la intención de Osakidetza de trasladar al Hospital de Cruces una técnica de cirugía contra el cáncer peritoneal que hasta ahora sólo se puede practicar en Donostia. Beguiristain se mostraba muy crítico con Salud y aseguraba que el “trabajo en red” al que alude Osakidetza no se practicaba con el Hospital Donostia, hasta el punto de afirmar que Cruces había derivado pacientes con cáncer peritoneal a Córdoba “por no mandarlos a Donostia”.
Según la versión ofrecida desde el hospital, el gerente les reclamó un “desmentido público”. Los jefes de servicio trasladaron que no podían desmentir a otra persona, que sus afirmaciones parecen “verosímiles” y que tienen confianza en que “probablemente todos los hechos que están en esa entrevista son verdad”.