A Imanol Lasa le ha tocado presentar la quinta ponencia que ha votado la Asamblea General del PNV, titulada Una organización democrática, y que ha venido precedida de un “debate vivo con muchas preguntas”. Algunas tendrán que esperar hasta otoño para ser respondidas ya que, como se había apuntado ya, será en octubre cuando se impulse la reforma de los estatutos del partido para aclarar qué tipo de mayorías cualificadas se exigen para repetir en un cargo institucional o interno. La Asamblea General seguirá trabajando hasta entonces y se espera que la reforma quede aprobada antes de que acabe el año, aunque la sugerencia que está sobre la mesa es exigir una mayoría reforzada para someterse a un tercer mandato. Lo que ha hecho este sábado la asamblea ha sido abordar otras novedades como la intención de impulsar nuevos liderazgos a través de portavocías locales o territoriales, al margen de los grandes pesos pesados de referencia en las instituciones. Se quiere mover banquillo.
El PNV no ha ocultado estos meses que también existe un debate sobre su organización interna (de hecho, en la votación de las ejecutivas territoriales, hubo candidaturas alternativas con propuestas sobre el sistema de elección o la duración de los mandatos y la vida interna en el partido). Lo que se ha decidido es “fortalecer y activar la figura del alderdikide, de la militancia”, en un contexto de populismo y desafección. “No somos un partido de cuadros; la principal fuerza del PNV es su militancia”, quiso recalcar Lasa. En ese sentido, se van a impulsar nuevas maneras de hacer descargos de gestión en las asambleas municipales, medidas para desburocratizar el partido y que sea más cercano, o incorporar la figura del “simpatizante” para abrir el partido a otros ámbitos, lo que recuerda a la figura del “bidelagun” o persona sin carné que se anunció a finales de 2021.
Portavoces
Lasa abogó por “abrir el partido” y aseguró que “tendrá mucha importancia el plan ambicioso de digitalización” que se va a impulsar. También habrá un “plan de formación ambicioso para cargos, para detectar nuevos liderazgos y darles la oportunidad”. La idea es “activar liderazgos locales”, en temas sectoriales o políticos, para que el foco no esté solamente en las personas que se sitúan al frente de las instituciones y que no se eclipse el trabajo interno que realizan otras personas que deberían tener mayor proyección. Y se formará a los responsables institucionales para poner en marcha nuevas políticas. En paralelo a esta cuestión y al margen de la Asamblea General, existe la posibilidad de que el nuevo Euzkadi Buru Batzar, a partir del lunes, active la figura del portavoz, que podría coexistir con su presidente, Aitor Esteban. Además, se reforzará el sistema ético para prevenir conflictos de intereses y malas prácticas. La ponencia “actualiza la organización para hacerla evolucionar con el objetivo de que siga siendo la fuerza líder”, en un contexto de desafección ciudadana y populismos. La ponencia la han aprobado 318 miembros de la asamblea, frente a 17 votos en contra y 12 abstenciones.