Tras no poder hacerlo el año pasado debido a la pandemia, un total de 86 joaldunak (28 adultos y 15 niños de Ituren, 12 adultos y 4 niños de Aurtiz y 27 de Zubieta), han desfilado este lunes, con más ganas que nunca aunque con menos público del habitual, por Ituren, provistos de ttuntturro, joareak o cencerros e hisopo.
Mientras, los iturendarras se han resguardado de la lluvia en la ganbara del Ayuntamiento, y han aprovechado para almorzar. La juventud que iba a a salir de mozorroak ha dado buena cuenta del almuerzo, mientras que los que iban a salir de joaldunak se apresuraban y empezaban a vestirse con la ayuda de otros que apretaban los cencerros.
Tras vestirse en la ganbara, algunos joaldunak han realizado la puxka-biltzea por las casas de Ituren, recogiendo huevos principalmente. Luego han salido al encuentro de los vecinos en el habitual punto de encuento de joaldunak en el puente de Lasaga y el estruendo ha logrado ahuyentar los malos espíritus, pero no las nubes. Mientras, los mozorroak, en menor número que años anteriores, han hecho de las suyas en la plaza.
Este año no ha podido abrir la comitiva Lázaro Erregerena, uno de los más veteranos del grupo, que ha participado por motivos personales. En su lugar, Ismael Elizalde y Unai Bereau han guiado el grupo por la plaza y calles de Ituren, tocando el cuerno, que suena de vez en cuando entre los cencerros y que sirve para animar a los joaldunak: " Con el tiempo y la monotonía del paso, el sonido se va apagando, y cuando se oye el cuerno, nos decimos Hemen gaituk (aquí estamos) y retomamos el ritmo con mas brío", han señalado.
Este martes al mediodía (es un decir), joaldunak de Ituren, en compañía de los de Aurtitz, van a devolver la visita a Zubieta. Luego habrá que hacer cuentas, el Kontuen Eguna, este miércoles en Zubieta, el sábado en Ituren y el domingo en Aurtitz.