Los marineros del Villa de Pitanxo ya están de regreso a Galicia

Los tres supervivientes del naufragio del Villa de Pitanxo, así como los restos mortales de cinco de sus compañeros, están en ruta a Galicia a bordo de un Airbus de carga A400 de la Fuerza Aérea española que despegó este lunes de San Juan de Terranova con destino a Santiago de Compostela.

El avión salió este lunes a las 14.40 hora local (18.10 GMT) del aeropuerto de la capital de la provincia canadiense de Terranova y Labrador con el patrón Juan Enrique Padín Costas, su sobrino Eduardo Rial Padín y el marinero ghanés Samuel Kwesi Koufie, así como los cuerpos de otros cuatro marineros españoles y un ghanés.

Las autoridades españolas no han dado a conocer de forma pública la identidad de los pescadores fallecidos que están siendo transportados a España. Otros 12 marineros del Villa de Pitanxo siguen desaparecidos.

Hasta ahora se han recuperado los cuerpos de cuatro pescadores españoles, otros cuatro peruanos y un ghanés. La tripulación del Villa de Pitanxo estaba compuesta por 16 españoles, cinco peruanos y tres ghaneses.

La repatriación de los supervivientes junto con los fallecidos

Durante toda la noche del domingo y parte de la mañana del lunes, los representantes diplomáticos españoles estuvieron trabajando contrarreloj con las autoridades canadienses para hacer posible la repatriación de los cuerpos de los marineros en el mismo avión que transportaba a los tres supervivientes.

A la voluminosa documentación que requiere Canadá para el traslado de restos mortales se ha sumado un minucioso trabajo de identificación de los fallecidos en el naufragio.

Finalmente, alrededor del mediodía, las autoridades canadienses verificaron toda la documentación y permitieron el traslado de los cuerpos de tres marineros al A400 que esperaba desde el domingo en el aeropuerto de San Juan de Terranova.

Varios coches fúnebres trasladaron los féretros al avión. Con anterioridad, los operarios de la terminal colocaron de forma estratégica varios camiones y autobuses para impedir que las cámaras de televisión captaran el transporte de los féretros al interior del avión.

A las 14.00 hora local (17.30 GM), un minibus de color oscuro se situó junto a la escalerilla del moderno A400, la joya del transporte aéreo militar español. En su interior estaban los tres supervivientes así como el embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano, el cónsul de España en Montreal, Luis Calvo, y otros representantes diplomáticos españoles.

Tras descender del vehículo, los tres se abrazaron a los diplomáticos españoles y posteriormente se dirigieron hacia el avión donde fueron recibidos por la tripulación del A400. Poco después, el avión militar encendió sus motores y despegó con rumbo a Galicia.

Mientras, en San Juan de Terranova siguen los cuerpos de otros cuatro marineros del Villa de Pitanxo a la espera de que se solucionen los trámites para su transporte a Perú, su país de origen.

Sánchez recibirá a los marineros en Galicia

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseguró hoy que las autoridades canadienses le trasladaron que en cuanto mejoren las condiciones meteorológicas, "ayudarán" en las labores de búsqueda de los marineros desaparecidos en un naufragio del pesquero español en aguas de Terranova.

Sánchez anunció que viajará a Galicia para recibir en la base aérea de Santiago de Compostela el avión con los tres supervivientes y los cuerpos de cinco de los fallecidos.

Mientas, las familias de los doce desparecidos insistieron desde un primer momento en que se reanude la búsqueda que Canadá suspendió 36 horas después del naufragio.

El origen del naufragio pudo haber estado en una parada "repentina" del motor principal del pesquero según la explicación del patrón del barco, Juan Padín, comunicada este lunes por la empresa armadora del Villa de Pitanxo, Pesquerías Nores.

Esa circunstancia se produjo durante la maniobra de virada del aparejo añadió la empresa armadora.

La parada del motor dejó al barco "sin propulsión ni gobierno" y expuesto al viento y las olas, sufriendo golpes de mar que lo escoraron y hundieron "de forma muy rápida".