Cada vez los días son más cortos y el frío más intenso, lo que anuncia la inminente llegada de una época en la que las luces iluminan las calles y los puestos de diversos productos nos envuelven en su atmósfera de calidez y tradición. De cara a esta Navidad, recorremos Euskal Herria en busca de los mercados navideños más míticos, esos rincones en los que lo moderno y lo ancestral convergen, mostrando el espíritu navideño único de cada territorio.
Tradición y creatividad navideñas
Nuestro recorrido comienza en el corazón de Bizkaia, en Bilbao, la ciudad que con su icónica mezcla de modernidad y tradición refleja su esencia más personal.
En primer lugar, nos adentramos en la Feria de Artesanía - Gabonart, situada en el Muelle de El Arenal. Esta se encuentra disponible desde el 13 de diciembre hasta el 5 de enero del próximo año.
Entre casetas de madera decoradas con luces y ramas de abeto, descubrimos piezas únicas creadas con gran delicadeza. Desde joyería artesanal y cerámica pintada a mano hasta tejidos cálidos de diversas prendas, en estos puestos el tiempo parece detenerse en el momento en el que nos paramos a conversar con los artesanos, que con orgullo nos explican los secretos y peculiaridades de sus oficios.
A pocos pasos -en el Muelle de Ripa- nos espera un mercado más grande y considerado un festín para los sentidos, que ha ido cambiando de localización todos estos años. Las 20 casetas de artesanía, gastronomía local y juguetes -entre otros- del mercado navideño de Bilbao ofrecen desde dulces típicos como las intxaursaltsas (crema de nueces tradicional vasca) hasta decoraciones navideñas y artículos varios.
Nuestros pasos nos llevan a lo largo de sus instalaciones mientras disfrutamos de la música y la alegría que inunda el lugar, pues tanto los alrededores de la Gran Vía como la Plaza Circular presentan espectáculos y actividades para toda la familia. Este mercado comenzó su actividad el pasado 5 de diciembre y finalizará el mismo día del primer mes de 2025.
Desde el arte hasta el queso
El segundo capítulo de nuestra aventura navideña nos lleva a la capital navarra, donde los mercados -repletos de encanto- parecen escenarios sacados de una postal.
En la plaza del Castillo de Pamplona, el espíritu de la innovación se fusiona con la artesanía y la gastronomía. La Feria de Navidad de la capital navarra estará disponible del 14 de diciembre al 6 de enero y tiene como objetivo fomentar el comercio de la zona centro en un ambiente íntimo y acogedor. Paseamos entre bisutería minimalista y textiles con diseños únicos, propios del tradicional mercado que este año se ha querido completar con una churrería, castañas asadas y vino caliente, un claro ejemplo de las nuevas propuestas.
Continuando con nuestra ruta, nos dirigimos a la monumental plaza de toros de Pamplona, que se transforma cada diciembre en el hogar de la Feria de Navidad. Disponible del 29 de noviembre al 6 de enero, es un homenaje a la tradición, ya que se encuentra a rebosar de productos locales como quesos de Roncal, embutidos y vinos de la región. Combinada con un talo de txistorra al calor de las hogueras, se trata de una cita ineludible que nos atrapa con su atmósfera cotidiana y festiva.
Pura elegancia navideña
Seguimos hacia Gipuzkoa, donde Donostia -con su belleza costera- nos recibe vestida de gala para la ocasión. Nuestra próxima parada nos insta a recorrer los alrededores del río Urumea, donde el mercado navideño de Donostia se encuentra con sus casetas de madera decoradas con esmero.
Disponible del 29 de noviembre al 6 de enero, ofrece la posibilidad de realizar compras navideñas, disfrutar de espectáculos, decoraciones de espacios mágicos y una iluminación personalizada. Su famoso tiovivo iluminado llama la atención de los más pequeños, mientras los adultos saborean vasos de sidra caliente, una tradición ideal para combatir el apremiante frío.
Nos desplazamos hacia la plaza del mercado (Ordizia), aún en territorio guipuzcoano, donde la Feria Especial de Navidad despliega su encanto. Este mercado -que se celebra el 24 de diciembre por la mañana- brinda una oferta principalmente más gastronómica. En él es posible degustar productos icónicos como gildas, pastel vasco y, por supuesto, algunos pintxos especialmente creados para estas fechas. Con un ambiente vibrante cargado de melodías de txalapartas y acordeones, nos cuesta despedirnos, ya que la sensación de querer quedarnos hasta que las luces comiencen a apagarse se convierte en algo inevitable.
Sabores hereditarios
El último tramo de nuestro itinerario nos lleva a Álava, donde Gasteiz resplandece con su propia personalidad. El mercado agrícola de Navidad, en el centro de la ciudad, es el hogar de los productos de la tierra más protagonistas de la región. Se celebra el 19 de diciembre, por lo que se concibe como el pistoletazo de salida a la Navidad en la ciudad.
Entre los productos caseros encontramos frutos secos, miel artesanal, patés y legumbres que evocan los sabores más auténticos. Asimismo, podemos encontrar otros productos ecológicos y navideños como la trufa o las rosquillas. Con la presencia de txosnas de venta de talo y artículos de artesanía, paseamos entre los puestos de aquellos que cultivan con sus manos la esencia de Álava, lo que nos recuerda lo orgullosos que debemos estar de heredar lo mejor de nuestras gentes y nuestra tierra.
Como última pausa de nuestro camino, y aunque no está dedicado a la Navidad, la oportunidad amerita una visita a la feria de dibujo e ilustración Mazoka, del 20 al 22 de diciembre en el Centro Cultural Montehermoso. Especializado en las obras de 40 ilustradores de la industria creativa, se trata de una muestra expositiva y original en la que poder valorar el trabajo de aquellos dibujantes y artistas visuales de la zona que llevan a cabo sus obras con todo tipo de disciplinas y técnicas.
Mientras observamos las láminas, no podemos evitar conectar con los sentimientos de aquellos que mediante sus trazos abrieron su corazón al mundo para compartir con el resto su pasión por el arte y la creación artística.