El Athletic resolvió con nota su quinto compromiso del verano, el que le midió ante el Mirandés en Anduva. Pese a alinear un once plagado de teóricos suplentes, o futbolistas que jugarán un papel teóricamente menos relevante que aquellos que jugaron el sábado ante el Newcastle, Ernesto Valverde puede sacar conclusiones positivas de la imagen ofrecida por sus pupilos, con mención especial a un Asier Villalibre que marcó dos de los tres goles de su equipo, repitiendo lo realizado días atrás frente al Bochum en tierras alemanas. Está de dulce el delantero de cara a gol en lo que va de verano, lo que indudablemente reforzará su moral y obligará al técnico a darle alguna vuelta de tuerca a sus pretensiones.
Quiso Valverde dar rodaje a los meritorios, aquellos futbolistas que apuntan, al menos de saque, a tener un rol secundario en el equipo, toda vez que mostró sus cartas el sábado frente al Newcastle. Una forma habitual de trabajar en las pretemporadas, en las que cada vez es más normal disputar dos partidos en días consecutivos. Con menos probaturas llamativas que en citas pretéritas, el técnico quiso ver a Petxarroman en el lateral izquierdo y ubicó a Morcillo en la posición de extremo diestro, con Luis Bilbao en el opuesto. Dani García, a quien ha querido probar en el puesto de central en algunas citas, ocupó el doble pivote junto a Nolaskoain, con Guruzeta unos pocos metros por detrás de Villalibre. Bajo palos, Padilla cogió el relevo de Iru mientras Simón y Agirrezabala se recuperan de sus respectivas dolencias.
En un choque en el que ambos equipos quisieron tratar con mimo el balón, buscando el juego asociativo, se impuso el mayor ritmo y la calidad del Athletic. Probablemente también por la notable diferencia de edad. Cierto es que Txingurri apostó por un once con muchos jóvenes, pero es que Joseba Etxeberria no tiene muchos veteranos donde elegir y de inicio, su futbolista más mayor fue Álex Martín, de solo 24 años.
Tiene mimbres el Mirandés para jugar un fútbol atractivo, pero es probable que no le dé para estar al nivel de un equipo de Primera por muchos suplentes que este alineara. Tampoco puede pasarse por alto que los locales arrancaron el choque con varios futbolistas del filial sobre el campo. El Athletic dominó a placer el primer acto, se permitió el lujo de dejarse llevar en el tramo final del choque, y apenas dejó que los locales merodearan el área defendida por Padilla en un par de acciones. Aisladas ambas, mientras el conjunto rojiblanco, como un martillo pilón, iba acumulando llegadas. Supo encontrar espacios por los que hacer daño el Athletic, que halló en las bandas, con Morcillo primero y con el talentoso Luis Bilbao después, a quien le costó entrar en el partido pero que dejó buenos detalles de la mucha calidad que atesora. Tampoco va falto de confianza el chaval, que buscó una y otra vez el regate.
Merecieron mayor renta al descanso los leones que ese escueto 0-1 que reflejaba el luminoso. Pudo marcar en varias ocasiones el Athletic, pero tuvo que esperar hasta el minuto 40 para abrir la lata. A un córner perfectamente ejecutado por Morcillo le puso la guinda Nolaskoain con un gran remate de cabeza ante el que nada pudo hacer el guardameta Ramón Juan, el más destacado de su equipo y el que impidió con alguna buena intervención que el Mirandés llegara goleado al intermedio.
Primero, sacó una buena mano en un testarazo de Guruzeta que buscaba la escuadra. Minutos después se lució con una estirada abajo para evitar el tanto de Morcillo y en la jugada que precedió al gol del Athletic volvió a realizar una gran intervención para mandar el balón a córner.
Nada pudo hacer después para evitar el tanto de Nolaskoain, incontestable de cabeza, sin duda una de sus mejores virtudes. Fue creciendo el guipuzcoano en el partido con el paso de los minutos. Algo impreciso en el arranque, coleccionó un puñado de buenas recuperaciones y dejó una buena impresión cuando su continuidad en el primer equipo está en el aire.
Doblete de Villalibre
La segunda mitad tuvo un guion muy parecido al del primer tiempo. El Athletic dominaba y seguía acumulando llegadas, quizá sin la claridad de los primeros 45 minutos, pero tampoco sufría atrás. Así, que llegara algún gol más era cuestión de tiempo. Y así fue. Marcó otros dos el Athletic, ambos con la firma de Villalibre. Dos goles de nueve puro con los que se desquitó de un primer error en el mano a mano ante el portero del Mirandés.
En el primero, aguardó bien ubicado en el área pequeña a la asistencia de Capa, que llegó bien a línea de fondo, y solo tuvo que empujar el balón al fondo de la red a puerta vacía. En el segundo, tras recibir de un Guruzeta muy activo y al que solo le faltó la guinda del gol para poner el broche a su actuación, fusiló a Ramón Juan por el palo corto
Un doblete que le debe ayudar a seguir creciendo. Quizá deba aportar más en el juego colectivo, donde este domingo no tuvo mucha presencia, pero si va a dos goles por partido, qué más se le puede pedir. Como al resto de meritorios, que sacaron buena nota de su prueba en Miranda.