Los Mossos d'Esquadra han confirmado que el móvil del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y exlíder de Junts Jordi Sànchez fue atacado hasta 19 veces con Pegasus entre los años 2015 y 2020, coincidiendo en alguna ocasión con un permiso penitenciario del que disfrutó mientras participaba en la gestación de su partido, según fuentes jurídicas.
Sànchez y su sucesora en el cargo, Elisenda Paluzie, así como Sonia Urpí, exmiembro del secretariado de la ANC, han declarado este martes ante la jueza de Barcelona que investiga la querella que presentaron por el espionaje a sus teléfonos móviles con Pegasus, un software que la empresa israelí NSO comercializa en principio solo a Estados.
La jueza ha interrogado a los tres querellantes sobre sus circunstancias personales y el contexto político durante el que sus móviles fueron atacados con Pegasus, después de que el análisis que encargó a los Mossos sobre sus teléfonos móviles haya corroborado que fueron espiados con el software malicioso, han informado fuentes jurídicas.
Ataques continuos
De hecho, la exdirectora del CNI Paz Esteban, quien sigue investigada por el espionaje al móvil del expresidente catalán Pere Aragonès, ya reconoció en su comparecencia en el Congreso que los líderes de la ANC Sànchez y Paluzie figuraban entre la veintena de cargos políticos vinculados al independentismo cuyos móviles fueron atacados por Pegasus, aunque insistió en que siempre con el preceptivo aval del Tribunal Supremo.
El informe de los Mossos d'Esquadra corrobora los indicios detectados en el análisis elaborado por el laboratorio de Toronto Citizen Lab, que fue el que destapó el espionaje masivo al independentismo con Pegasus, y ratificados después por otra pericial efectuada por Amnistía Internacional.
Según ha detallado Jordi Sànchez, los informes de Citizen Lab y Amnistía -que analizaron dos teléfonos móviles que el expresidente de la ANC utilizó sucesivamente- hallaron pruebas de 26 ataques, mientras que los Mossos, que han inspeccionado uno solo de sus teléfonos, han detectado hasta 19.
Antes del 1-0
La mayoría de las intrusiones en el móvil de Sànchez tuvieron lugar entre septiembre de 2015 y el 13 de octubre de 2017 -dos días antes de que entrara en prisión preventiva por el procés-, es decir en la etapa en que presidió la ANC y, por lo tanto, antes de que fuera objeto de investigación judicial por el 1-O.
La prueba pericial ha determinado que a través de Pegasus se extrajo información del móvil de Jordi Sànchez, aunque no se ha podido concretar cuáles fueron los datos que le robaron del teléfono.
El exlíder del procés sitúa el espionaje en tres momentos clave: los días previos a las movilizaciones de la Diada y al referéndum unilateral del 1-O y la etapa en que se estaba gestando la fundación de Junts, partido del que fue nombrado secretario general en agosto de 2020.
Manifestación por el aniversario del referéndum del 1 de octubre
Según ha alertado Paluzie, esa intrusión de 2015 -cuando estaba el frente del CNI Félix Sanz Roldán- no figura entre las que reconoció la exdirectora del CNI en su comparecencia en el Congreso, por lo que es necesario averiguar quién lo ordenó y si ese ataque contaba con cobertura legal.
En el caso de la expresidenta de la ANC, la pericial informática de Mossos apunta a cuatro ataques con Pegasus: dos de ellos en agosto y octubre de 2019 -antes y después de la sentencia del procés- y otros dos entre mayo y junio de 2020, cuando, en plena pandemia, la entidad independentista estaba enfrascada en las votaciones electrónicas para renovar su secretariado.
Intrusiones
En algunas ocasiones, las intrusiones al móvil de Paluzie se llevaron a cabo mediante un sms que infectaba el teléfono cuando se abría -en su caso, era el link de una noticia sobre elecciones en la ANC-, mientras que en otras se llevaron a cabo mediante un "vector de ataque cero clic", que no requiere ni abrir el mensaje malicioso.
Según los querellantes, la exdirectora del CNI tampoco reconoció el ataque al móvil de Sònia Urpí, que sufrió dos infecciones en junio de 2020, cundo fue elegida secretaria de la entidad pero aún no había sido nombrada coordinadora de movilizaciones.
En el marco de la investigación, la jueza instructora ha tramitado comisiones rogatorias a Israel y a Luxemburgo, donde NSO tiene empresas domiciliadas, para que detallen a quién han vendido el software y a qué precio y aclaren si conservan información de las infecciones y los datos extraídos a Jordi Sànchez.
El expresidente de la ANC ha exigido que "la justicia actúe y llegue hasta el fondo para aclarar quién autorizó el espionaje y con qué argumentos se puede justificar la proporcionalidad de tener el móvil infectado entre los años 2015 y 2020".
"Es una persecución contra unas determinadas ideas y personas por defender un proyecto político determinado", ha añadido Sànchez, que promete seguir con su querella "hasta el último aliento" en los tribunales ordinarios y, si es necesario, los europeos.