El móvil habitual de la víctima del crimen de Castro Urdiales y los otros dos teléfonos con los que supuestamente envió mensajes a sus amigos y familiares diciendo que estaba de viaje, después de su desaparición, no salieron del entorno del municipio cántabro.
Así lo han confirmado los peritos informáticos en la séptima sesión del juicio contra Carmen Merino, la pareja durante años de la víctima, Jesús María, para quien el ministerio público pide 25 años de cárcel por supuestamente asesinar a su novio, cuyo cráneo fue localizado en una caja que presuntamente ella dejó a una amiga.
En la sesión de este martes de este juicio con jurado popular, los peritos han afirmado que el móvil habitual de la víctima dejó de tener actividad el 12 de febrero de 2019, cuando la Fiscalía fecha su desaparición, y a partir de ese momento solo recibió llamadas sin respuesta.
Según sostuvo Carmen Merino durante su declaración en los dos primeros días del juicio, Jesús Mari estuvo con ella en casa hasta el 21 de febrero, se marchó y regresó el 8 de marzo de 2019 para volver a irse.
Sin embargo, diferentes amigos de Jesús Mari comenzaron a recibir mensajes supuestamente suyos durante su desaparición desde otros teléfonos móviles, diciendo que estaba de viaje en diferentes sitios como Portugal o la Bretaña francesa.
Según los peritos, esos teléfonos "no salieron del casco urbano" de Castro Urdiales y estaban "en el entorno del domicilio" que compartían acusada y víctima, aunque a preguntas de la defensa no han podido determinar la ubicación exacta.
Además, según los guardias civiles que han declarado, la acusada no mantuvo desde su teléfono móvil ninguna conversación con la víctima desde el 12 de febrero de 2019, antes de su desaparición.
Y a declaración de otros peritos, se ha confirmado que la tarjeta SIM del teléfono de Carmen Merino se introdujo en otro desde el que la víctima escribió supuestamente a sus amigos y familiares.