El conflicto desatado por la negativa de una jueza de Vitoria a inscribir a una recién nacida con el nombre de Hazia (semilla) por considerarlo peyorativo (una de las últimas traducciones del sustantivo sería semen) y que le ha impuesto finalmente Zia, no tiene un precedente similar que se recuerde en los tribunales y registros navarros.
Especialistas en Derecho Registral del Registro Civil de Pamplona consideran que el nombre de Hazia se puede devolver a la recién nacida a través de un recurso. "Es un caso muy extremo en el que seguramente acabará imperando el criterio de Euskaltzaindia", dicen estas fuentes. Dichos expertos resaltan que los padres y madres están facultados para una libre elección del nombre propio de sus hijos e hijas pero "siempre hay que proteger la dignidad del menor, que no sea ofensivo ni atente contra su intimidad".
En Pamplona recuerdan casos recientes de recién nacidos cuyos nombres no fueron admitidos o de personas llegadas de otros países y que iban a adquirir la nacionalidad española que también tuvieron que cambiarse el mismo. Al cabo del año suele haber una veintena de nombres que son desestimados por no reunir los condicionantes que se estipulan como mínimos para las denominaciones. "Los nombres son cuestiones muy emocionales", enfatizan estos especialistas.
Entre este tipo de nombres, tanto para bebés como para adultos que pretendían registrarse con su nombre original al nacionalizarse, se echaron para atrás en Pamplona algunos como "Lenin Stalin, Michael Jackson, John F. Kennedy, Mandarina, Cariño, Tía María... Son ejemplos que no cumplen ese mínimo de dignidad y que pueden tener connotaciones negativas a la hora del crecimiento de la menor". También hubo quien quiso llamar a su hijo Pilé (por el nombre de una bebida francesa Pilé 43, conocida en España como Licor 43) e incluso quien se atrevió a intentar registrarlo como J. Tampoco, lógicamente, triunfó dicha opción.
Los especialistas en la materia recuerdan que por ejemplo en los últimos años se ha admitido por la Dirección General del Registro Civil y del Notariado el nombre de Caín, asociado por la tradición católica a algo que pudiera ser vinculado con la maldad, pero dicha interpretación ya ha sido superada.
Y en los últimos tiempos se dan más casos de nombres como Abril, Joy, Camino y Álex que se utilizan como formas válidas tanto para varón como para mujer.