¿Quién ha dicho que hace falta una garaje para empezar a andar con un proyecto empresarial como tuvieron que hacer los creadores de Apple o Microsoft? Ikasenpresa, la feria que fomenta la cultura emprendedora, regresó ayer a Eibar tras su última cita anual en 2020 que quedó interrumpida hasta ahora a causa de la pandemia. Algo más de 1.800 alumnos con espíritu emprendedor de medio centenar de centros de FP de todo Euskadi ocuparon las carpas ubicadas en la plaza Untzaga y en Txantxa Zelai para mostrar cerca de 350 proyectos de todo tipo.
Artesanía y tecnología también pueden ir de la mano.
Actividades físicodeportivas, destinadas a la imagen personal, a la hostelería y al turismo acapararon buena parte de las curiosas propuestas, entre las que no faltaron la realidad virtual y las impresoras 3D, símbolo de los nuevos tiempos. Un ejemplo, un circuito de calistenia (gimnasia en parques) personalizado que permite ponerse en forma en contacto con la naturaleza. Otro, un proyecto para generar hidrógeno verde como fuente de energía. A su lado, un proyecto que analiza la composición de las tierras de cultivo para fabricar así fertilizantes naturales ad hoc. Para quienes han soñado alguna vez con subir el cortacésped a una Roomba y seguir tumbados en el sofá, una empresa dedicada a la fabricación de máquinas cortacésped con control remoto. Para los que tienen la bici olvidada en el trastero, una empresa que permite convertir la vieja bici convencional en eléctrica, y para aquellos que se resisten a dejar el coche –llámese viejo, llámese clásico– pero ya no encuentran piezas, un servicio de escaneo e impresión en 3D de las piezas requeridas nuevecitas y a estrenar.
Dos visitantes se interesan por uno de los proyectos.
Donde hay una necesidad, hay una oportunidad e Ikasenpresa tiene por objetivo acercar el mundo de la empresa al aula, potenciando el desarrollo de capacidades emprendedoras como la creatividad, la innovación, el trabajo en equipo, la negociación o la toma de decisiones, desde el origen del proyecto hasta convertirlo en realidad mientras aprenden, antes de salir al siempre complicado mercado laboral. Una buena idea que identifique y solucione una necesidad es la base del éxito y el autoempleo, un camino a tener en cuenta.
Un estudiante muestra una pieza en su estand a un interesado.