La consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, alertaba el miércoles de un dato: el 65% de los pacientes que en ese momento estaban en las UCI vascas por covid no estaban vacunados. Ayer, en una entrevista en Radio Euskadi se refirió a estos datos y a ese 35% que sí habría recibido al menos una dosis de la vacuna: "Son personas que adquirieron el contagio en los días previos a la primera dosis, esperaban la segunda o que, a pesar de estar vacunadas, no han generado inmunidad". Un caso este último que, matizó, "es un porcentaje mínimo".
Sagardui destacó que la gente que se está infectando ahora es más joven, pero también está requiriendo hospitalización y está "llegando a las UCI", donde ayer había 78 personas y no se prevé todavía "una evolución en descenso de esos datos". "El riesgo es real y el riesgo es la vida humana", advirtió.
Por ello, la preocupación de las instituciones sigue estando muy enfocada en las localidades que van atravesando las fechas en las que, de no mediar esta pandemia, deberían ir celebrándose las fiestas patronales. "Hemos aprendido todos que no es tiempo de fiestas", insistió Sagardui, "no es tiempo de fiestas ni en Bilbao, ni en Donostia, ni en ningún sitio". "No tenemos más que mirar a los datos, lo último lo acontecido en Gasteiz en torno a las no fiestas de La Blanca, qué mayor prueba queremos", subrayó la consejera.
Lo cierto es que la incidencia por 100.000 habitantes más alta de Euskadi se da en Araba (516,64), por delante de Bizkaia (513,56), a pesar de que ayer la CAV logró bajar del listón de los 500 casos por 100.000 en 14 días. "Estoy segura de que hemos aprendido y de que vamos a hacerlo. Este año, jairik ez", insistió la consejera, precisamente en vísperas de un fin de semana en el que, en condiciones normales, debería comenzar la Aste Nagusia de Bilbao.
Índice "anecdótico" de rechazo
Por otro lado, destacó la respuesta "modélica" que ha tenido la vacunación en la población vasca, con un índice "anecdótico" de rechazo, y se ha mostrado convencida de que se va a ir recuperando paulatinamente el ritmo de vacunación tras las fechas estivales.
De este modo, reiteró el llamamiento a que las personas aún no vacunadas "vayan cogiendo cita" lo antes posible. Aunque admitió que "existe preocupación" porque en algunas personas pueda haber "una falsa sensación de seguridad" por "una situación de muy buena salud o ser joven", estimó que en la ralentización de la campaña en verano es "más fundamental el hecho temporal de las circunstancias".