La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha llamado a "no censurar" a las madres que deciden no dar el pecho a sus bebés, y a "respetar, empatizar y normalizarlo, sin crear estigmas".
Recuerdan que se trata de una de las primeras decisiones que tienen que tomar las madres cuando dan a luz, si bien la falta de información sobre este y otros asuntos relacionados con lactancia resulta ser una barrera para ello. "En cualquier caso, la elección que tomen ha de ser respetada", insisten.
Por ello, pediatras, enfermeras de pediatría y matronas colaboran en el apoyo a las madres que quieren lactar a sus hijos y tratan de evitar sentimientos de fracaso en las que no lo consiguen o no lo desean en los primeros días del posparto.
No juzgar una decisión personal
"La leche materna es el mejor comienzo en la vida de los bebés. Es un alimento perfecto y completo y que está demostrado que ayuda a prevenir muchas enfermedades tanto en la madre como en el bebé. Se denomina fluido vivo, que se va adaptando a las necesidades según la etapa del crecimiento", señalan desde la AEPap, para recordar que "a veces hay barreras y dificultades para amamantar, como dolor o molestias al hacerlo u otros problemas".
En palabras de la vicepresidenta de AEPap, la doctora Teresa Cenarro, "no hay duda de que lo mejor es la lactancia materna, pero, para aquellas que no quieren, no pueden o les supone un trauma, existen otra opciones".
Probar pero sin morir en el intento
Además, para la pediatra, la lactancia materna "no es algo fácil ni sencillo". "Por sus beneficios merece la pena probar, pero sin morir en el intento", ha añadido.
En los casos en que las madres deciden no amamantar, AEPap recuerda que los profesionales deben asegurar que el bebé se está alimentando de manera correcta y segura con sucedáneos de leche materna.
La leche de fórmula
Al decidir dar una alimentación artificial, se ha de tener en cuenta una serie de aspectos. En primer lugar, la leche en polvo para lactantes no es estéril, por lo que lo recomendable es preparar de inmediato cada toma justo antes de administrarla.
También es preciso lavar con agua caliente y jabón el biberón y resto de utensilios que se vayan a utilizar. Además, hay que esterilizar los utensilios; o bien en caliente, hirviendo durante 10-15 minutos el biberón y 5 minutos la tetina; o bien en frío, sumergiendo ambas partes en un recipiente con agua y una sustancia química apta para esterilizar de venta en farmacias.