El movimiento de pensionistas vascos ha criticado que la nueva Renta de Garantía de Ingresos (RGI) garantiza 869 euros al mes, lejos de los 1.080 euros que llevan años reivindicando, y además es especialmente lesiva para las mujeres.
Este miércoles día 29 de marzo entrará en vigor la ley que regula la nueva RGI. El Movimiento de Pensionistas ha dado una rueda de prensa en Vitoria, frente al Parlamento, para denunciar las "trampas" que según ellos el nuevo sistema esconde.
Según los pensionistas, la nueva RGI deja claro que no es una prestación individual para cada pensionista, y al establecer el requisito de formar una unidad convivencial, automáticamente vincula a la persona solicitante con su cónyuge o pareja, por lo que si ambas son pensionistas se juntan sus ingresos a todos los efectos.
La renta máxima que la RGI garantiza a una persona pensionista es de 869 euros al mes en 14 pagas, muy lejos de los 1.080 que reclama el movimiento. Para dos personas, una de ellas pensionista, garantiza 1.097 euros en 14 pagas.
Para este movimiento, dado que las mujeres son las que tienen las pensiones más bajas, su convivencia en pareja con otra persona las excluye de la RGI, y se ven obligadas a depender del cónyuge o pareja de hecho, o bien a vivir solas.
Por ello, consideran que la RGI penaliza a las mujeres pensionistas, a las parejas en las que ambos son pensionistas, y también a las personas pensionistas que conviven en el mismo domicilio con otras unidades de convivencia, sean familiares o no, porque automáticamente les reducen la RGI que les corresponda en un 15 %.
Para el movimiento, la "cicatería del Gobierno Vasco llega al extremo de que, conociendo mediante los datos fiscales los ingresos de todas las personas pensionistas, se niega a actuar de oficio para cumplir con su obligación de garantizar una vida digna a las personas mayores".
Según las cifras del Movimiento de Pensionistas, en diciembre de 2022 sólo 12.686 pensionistas percibieron el complemento RGI cuando había más de 40.000 pensiones de viudedad en Euskadi inferiores a 700 euros al mes, y cuando más de 62.000 pensionistas sufrían pobreza severa, con pensiones inferiores a 454 euros mensuales.
El movimiento ha instado al Gobierno vasco a explicar por qué "miles de mujeres vascas, discriminadas salarial y laboralmente en las empresas, y dedicadas a tiempo completo a tareas de cuidados imprescindibles para la sociedad, pero ni valoradas ni retribuidas, no disponen de ingresos suficientes en la etapa final de sus vidas".
Por eso, los pensionistas van a seguir concentrándose en las plazas y ciudades vascas hasta lograr su objetivo de una pensión de 1.080 euros en 14 pagas.