Donostia – Con la media veda en plena ebullición, lo más probable es que aquellos cazadores que acuden con sus perros para practicar su afición favorita hayan completado debidamente los pasos previos para que los canes realicen su tarea sin contratiempos. El entrenamiento previo antes de abordar una actividad intensiva es, obviamente, un aspecto fundamental para evitar situaciones indeseadas y que la actividad cinegética se desarrolle en plenitud.
Para quienes no han podido preparar adecuadamente a sus compañeros de actividad, la veterinaria Yurema Arbaizar, de la gasteiztarra Clínica Veterinaria Ariñez, recuerda que “sin preparación, es imposible pedirle al perro que haga un ironman ya que estará más flojo y no podrá dar lo que se espera de él”.
Lo que resulta indispensable es que los propietarios de los perros deben tomar medidas para que su compañero de actividad pueda desarrollar su labor en función de la condición física en la que se encuentran. Además, es necesario tomar otras precauciones como “cortar el pelo entre los dedos de la patas, de las axilas, por debajo del manto si es de pelo largo y en las orejas, así como las uñas que pueden haber crecido en exceso”, que son parte de los cuidados básicos que recomienda Arbaizar antes de iniciar la actividad.
La buena salud de las almohadillas plantares debe tomarse en consideración, ya que pueden ser una fuente de problemas. Para mejorar esa parte de la anatomía considera necesaria la utilización de protectores plantares especiales, elaborados con productos naturales en formato de espray o de pomada, “porque algunos perros tienen las almohadillas más blandas y con la paja se les pueden aspear”.
Orejas, dedos y ojos
Uno de los problemas más importantes derivados de la actividad cinegética es la que pueden generar las espigas que se introducen en las orejas, entre los dedos e incluso en los ojos, ya que si entran bajo la piel pueden hacer trayectos y, por ejemplo, llegar hasta la parte superior de la pata o a cualquier otra parte del cuerpo. En el caso de la oreja podría romper la membrana timpánica y otros órganos del oído interno. Además, si se quedan entre los pelos el perro intentará quitárselo durante la noche, lo que afectará a su descanso y al día siguiente no trabajará en buenas condiciones.
Durante el desarrollo de la jornada de caza se deben dar los pasos necesarios para evitar los golpes de calor, ya que las temperaturas en los campos de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y otras áreas cinegéticas pueden ser extremas. Uno de los aspectos fundamentales es la hidratación, antes, durante y después de la actividad, ya que demorar el aporte de agua hasta que el perro esté agotado resulta contraproducente. “Si se bebe un litro de agua de golpe, solo conseguiremos llenar su estómago de agua, con el riesgo de provocarle vómitos y ansiedad”, sostiene Arbaizar.
Un factor que todo cazador debe tener en cuenta es la de permitir al perro descansar en zonas de sombra y, sobre todo, evitar la actividad durante las horas más calurosas del día.
En estos días, uno de los aspectos más preocupantes puede radicar en que el perro va a dar lo máximo porque no sabe dosificarse y, para paliar el desgaste propio de la actividad, es conveniente aportar recuperadores vitamínicos. Aunque una buena alimentación resulta primordial “con piensos de calidad que proporcionen más proteínas de lo normal, de alta energía”, no es recomendable darle de comer inmediatamente antes de iniciar la tarea.
Riesgos para su salud
La presencia de insectos como avispas y abejas, ácaros como las garrapatas, reptiles como víboras y otros seres vivos que pueden entrar en contacto con los perros y poner en riesgo su salud debe tomarse en cuenta, por lo que además de la desparasitación y las vacunas obligatorias resulta recomendable proveerse de un botiquín para hacer frente a los posibles percances.
En ese accesorio que el cazador debería tener siempre a mano, deben incluirse algunos elementos que pueden resultar necesarios para realizar curas de emergencia en el campo. Vendas, corticoides como Urbason para hacer frente a problemas inflamatorios y alérgicos producidos por picaduras de víboras, un antiséptico y desinfectante de clorhexidina para heridas o pipetas para protegerse de la picadura del mosquito causante de la leishmaniosis son productos que pueden resultar vitales para disponer del tiempo necesario hasta que el perro pueda ser atendido por un veterinario. Arbaizar reitera la necesidad de revisar orejas, ojos y pelaje “inmediatamente después de finalizar cada jornada de caza”, con la finalidad de “detectar la presencia de espigas o garrapatas y quitárselos” para que, en definitiva, esté en las mejores condiciones en la siguiente jornada cinegética y desarrolle al 100% de sus capacidades.
También es primordial comprobar el estado de sus patas y de sus almohadillas plantares para cerciorarse de su buen estado y evitar que presentes despeaduras.
Para facilitar su recuperación es imprescindible proporcionar al perro para su descanso un lugar fresco con agua limpia, una alimentación de alto poder energético y, por supuesto, no dejarlo en el interior del vehículo aunque este permanezca a la sombra. l