Hace 30.000 años que los perros fueron domesticados para ayudar a cazar a los humanos. En estos milenios se han convertido en mucho más que una simple herramienta para la supervivencia. Ahora estos peludos de cuatro patas están considerados como los mejores amigos de los humanos, una de las mascotas preferidas por los niños y un compañero fiel de por vida.
Si sales cualquier día a pasear por tu zona seguro que ves a gente dando una vuelta con sus perros. Fíjate en las similitudes que puede haber entre ellos. Igual ahora mismo estás pensando, ¿cómo se va a parecer una persona a un perro? Aunque no te lo creas, ver el parecido entre los dueños y sus mascotas es más normal de lo que parece. De hecho, si eres el afortunado de tener un animal en casa, ponte con tu mascota frente al espejo y pruébalo.
Generalmente los perros son los animales con los que más se puede hacer esta extraña comprobación ya que, de alguna manera, nos parecemos en ciertas ocasiones en los comportamientos e incluso físicamente.
Sin embargo, esta comprobación no solo está certificada por los propietarios de los canes, sino que varios expertos científicos han determinado las causas por las que vemos que sí que hay un parecido bastante notable entre dueños y perros.
Parecidos científicos
A principios de siglo, el psicólogo de la Universidad de California Michael Roy ya investigó sobre esta curiosa situación. Tras fotografiar a varios perros y a sus dueños en los parques cercanos, pidió a un grupo de voluntarios que juntasen a aquellos que más parecidos tuvieran. Tras el gran porcentaje de aciertos, decidió tapar los ojos a las personas y los perretes y probar de nuevo con otro grupo de personas. Esta vez, solo se acertó la mitad de las parejas, concluyendo que los ojos son una parte clave de este parecido fisiológico.
Otros resultados bastante inesperados fueron que las mujeres de pelo largo eran, generalmente, las propietarias de los perros con orejas grandes y que los hombres más voluminosos preferían perros de mayor tamaño.
Ahora, la científica británica Katrina Holland asegura en la revista Live Science que las razas puras de perros y sus dueños sí que tienen un parecido. Pero, ¿por qué se da esta ‘casualidad’?
Casualidad perruna
Holland confirma que este hecho sin precedente se debe al ‘efecto de mera exposición’, que significa que preferimos elegir cosas o, en este caso, animales que nos hagan sentir en nuestra zona de confort, que sean similares a los gustos que tenemos habitualmente. Este efecto hace que los dueños se decanten entre las opciones aquellos perros que tengan similitudes con ellos en la cara, aunque no se den cuenta de esto al conseguir a su fiel amigo.
La experta también añade que hay otros parecidos entre humanos y canes: "Los resultados de un estudio reciente indican que los perros y sus dueños se parecen en las 'cinco grandes dimensiones de la personalidad’: extroversión, amabilidad, apertura, escrupulosidad y neuroticismo".