Los precios dan un respiro en mayo y bajan nueve décimas en el Estado por la energía

La inflación ha vuelto a bajar en mayo y recupera la tendencia del arranque de año, interrumpida por la subida de abril. El IPC se sitúa en el 3,2% interanual, el dato más bajo desde julio de 2021, gracias al comportamiento de los precios de la energía, sobre todo de los carburantes, según el índice adelantado que hizo ayer público el Instituto Nacional de Estadística.

Son nueve décimas menos que en el mes pasado a las puertas de la campaña turística de verano y, pese a la previsible subida de los precios a medio plazo, hay margen para alcanzar el objetivo de enfriarlos hasta el 4% de media en diciembre. En ese caso se cerraría el curso con un IPC general ligeramente por encima del 3% y se sentarían las bases para estabilizar la inflación en 2024 tras año y medio de sobresaltos.

La situación mejora notablemente por ese frente. Sin embargo, la inflación subyacente continúa en zona de riesgo, pese a que disminuye en mayo cinco décimas, hasta el 6,1%. El Banco Central Europeo vigila esta última variable, el IPC estructural sin la volatilidad de la alimentación y energía, de la eurozona para decidir cuánto sube los tipos de interés en lo que resta de año. Y de momento no da señales de debilidad. Al contrario, tras marcar su máximo histórico en marzo (5,7%), la inflación subyacente bajó apenas una décima en abril.

La situación es todavía peor en el caso del Estado, donde mientras el IPC general se ha recortado casi a la mitad desde el 5,9% de enero hasta el 3,2% de este mes de mayo, la subyacente ha bajado sólo un 1,4% desde el 7,5% del arranque del año.

A la espera del dato desarrollado que se conocerá a mediados de junio y que detallará la evolución por comunidades –que reflejarán décima arriba o abajo la tendencia media del Estado– y por productos, la cesta de la compra mantiene la tendencia a la baja en comparación con el año pasado y modera la subida, según avanzó el INE. La electricidad, las gasolinas y el gas siguen en la parte fría del termómetro de los precios por la intervención del Gobierno central.

Tensiones inflacionistas

Si se confirma el dato adelantado ayer, el IPC general de mayo será el más bajo desde julio de 2021. Sin embargo, hay que tener en cuenta varias cuestiones en esta lectura. Primero que la inflación interanual se situó en el 3,3% en marzo y después escaló hasta el 4,1% en abril. Se mantienen las tensiones inflacionistas y provocan dientes de sierra en la evolución. Además, los precios sólo han bajado una décima en mayo respecto a abril. Por tanto, la situación es mejor que hace doce meses cuando los precios subieron un 8,7%, pero muy similar a la del mes pasado, con lo que ello conlleva para el bolsillo de los ciudadanos.

De hecho, tampoco hay que perder de vista que, aunque crecen menos, los precios, sobre todo los de la cesta de la compra, siguen aumentando. No dan tregua y los sindicatos insistieron ayer en que la negociación colectiva se adapte a esa realidad.

Tras destacar la “moderación” de los precios este mes, UGT avisó a través de un comunicado que “parte del tejido empresarial sigue manteniendo unos márgenes de beneficios elevados” y pidió “establecer topes” para que no se sigan “tensionando los precios”, especialmente en “sectores que afectan a bienes y servicios de primera necesidad”. Desde el Gobierno español, su presidente destacó, un día después de convocar elecciones generales, la evolución de los precios en mayo. “Las medidas socialdemócratas funcionan y benefician a la mayoría social de este país. Eso es lo que la ultraderecha no puede soportar”, escribió Pedro Sánchez en su cuenta de Twitter.

También la vicepresidenta económica Nadia Calviño y el ministro de Agricultura y Alimentación Luis Planas valoraron de forma positiva el descenso de los precios.