El fuerte incremento de precios que ha registrado el mercado del alquiler ha engordado la lista de inscritos en Etxebide con 26.327 nuevos solicitantes de vivienda protegida en apenas 18 meses. Esto supone un crecimiento del 46% sobre el total de solicitudes que existían a comienzos de 2023 y que hoy en día superan las 82.000, según los datos del último informe del Observatorio Vasco de la Vivienda. Esta cifra pone en evidencia la cada vez más complicada tarea de hacer frente al pago del alquiler para muchas personas a nivel individual, pero sobre todo familias, que está llevando a muchas de ellas a compartir piso.
La mayoría de los nuevos demandantes (77,7%) están pagando un arrendamiento en el mercado libre que se lleva casi la mitad de sus ingresos. Concretamente, el 45% de lo que ganan, una situación que se agrava en Donostia y Bilbao, donde el porcentaje se acerca al 50%. Esta cifra muestra el sobreesfuerzo que realizan estas personas, teniendo en cuenta que los estándares internacionales recomiendan que la vivienda no se lleve más del 30% de los ingresos de los hogares. De hecho, un dato a destacar es el incremento de las personas que residen en pisos compartidos.
Según el informe del Observatorio Vasco de la Vivienda, que analiza la situación de los nuevos demandantes entre enero de 2023 y junio de 2024, el 41% de ellos reside en una vivienda libre en alquiler, mientras que un 36,7% alquila una habitación o reside en una vivienda alquilada que comparte con otras personas. Si se analizan los datos de la encuesta anterior, que recoge la información previa a enero del año pasado, se constata este incremento: entonces, el porcentaje de solicitantes que alquilaba una vivienda era del 53,7% frente al 22,4% que se veía obligado a arrendar una habitación o compartir piso.
Y quien piense que esta situación es exclusiva de personas que viven solas se equivoca, cada vez más familias se ven obligadas a ello debido al tensionamiento del mercado, que combina escasa oferta y altos precios. La situación es especialmente complicada en las capitales y sus áreas metropolitanas. “Este informe confirma las previsiones del Gobierno y sirve de radiografía de la situación”, destaca el viceconsejero de Vivienda, Miguel de Los Toyos. El Departamento de Vivienda y Agenda Urbana se prepara, además, para un incremento progresivo del registro de Etxebide, hasta alcanzar la demanda real existente Euskadi. “La modificación de los umbrales que dan acceso a dicho derecho nos permitirá tener una radiografía mucho más certera y ajustada a la demanda real de vivienda asequible existente en este contexto de incremento de precios y contención de salarios”, señala De Los Toyos.
Ingresos
Entre las razones de los nuevos inscritos está, en primer lugar, el deseo de acceder a una vivienda en alquiler a un precio más reducido (23,4% de los casos), pero hay otras casuísticas: el 19% explica que comparte vivienda y que quiere cambiar esta situación, el 17,4% asegura que ha accedido a su primer trabajo y el sueldo no le alcanza, en el 12% de los casos se trata de personas separadas o divorciadas, mientras que otro 10% busca emanciparse.
El perfil de los nuevos demandantes muestra que se trata, en su mayoría, de familias con hijos: las monoparentales representan el 28,5%, mientras que las parejas con descendencia son el 27,6%. Las personas que viven solas suponen el 27% de los nuevos inscritos. Asimismo, el nivel de ingresos promedio de los hogares ya emancipados es de 1.311 euros mensuales, mientras que la renta media que pagan por su vivienda actual asciende a 693 euros. En el caso de las habitaciones, el gasto medio es de 365 euros.
Especial mención merece la situación de Donostia, donde la renta que deben pagar los hogares es de 846 euros y 471 en el caso de las habitaciones. Y, a pesar de su elevado coste, estas cifras están por debajo de los precios que registran habitualmente los contratos de alquiler en el mercado libre, lo que indica que estas personas y familias pueden acceder, con enormes dificultades, a viviendas en alquiler de menor precio. De hecho, el esfuerzo que dedican es del 45% de sus ingresos.
Debido a sus dificultades para hacer frente al pago del alquiler, casi la mitad (un total de 10.490 unidades de convivencia) recibe algún tipo de prestación. Cuatro de cada diez nuevos inscritos cobran regularmente la RGI junto con la Prestación Complementaria de Vivienda, que es la mayoritaria. A esta se suma la cobertura de la Prestación Económica de Vivienda (7,8%), las Ayudas de Emergencia Social (11,1%) y las prestaciones destinadas a la emancipación de las personas jóvenes.
Esto en cuanto a las personas emancipadas, porque hay otro porcentaje de solicitantes (14%) que todavía no ha podido hacerlo. Estos sitúan la renta media mensual que podrían abonar en 437 euros, muy alejada del precio medio del alquiler en Euskadi. Además, se muestran ahora más pesimistas que hace 18 meses sobre la posibilidad de poder independizarse en un futuro.
Los datos
Territorios. El fuerte incremento de la demanda de vivienda protegida en alquiler es ligeramente más intensa en Araba, donde ha crecido un 50%. En Bizkaia lo ha hecho un 46,2% y en Gipuzkoa, un 42,9%. En cifras absolutas, Bizkaia registra el mayor número de nuevos demandantes, más de la mitad, con un total de 13.577, seguido de Gipuzkoa, con 18.055 (29,4% del total), y Araba, con 9.875 (19%).
Migración. Cerca de uno de cada tres nuevos demandantes ha tenido que cambiar de vivienda en los últimos dos años por no poder afrontar el alquiler. Parte de ellos ha pasado a compartir vivienda y otra parte se ha mudado con familiares. Pero es que cerca de la mitad de los que se encuentran emancipados cree que va a tener que mudarse y algo más de tres de cada diez considera probable hacerlo fuera de Euskadi.
Gaztelagun. Según los últimos datos (de octubre), un total de 7.802 jóvenes cobran las ayudas para la emancipación del programa Gaztelagun: 4.271 en Bizkaia, 2.192 en Gipuzkoa y 1.339 en Araba. Si se tiene en cuenta que en 2019 lo hacían 664 personas, su evolución es notable.