Los Presupuestos Generales del Estado han superado su primer examen en el Congreso. Ninguna de las siete enmiendas a la totalidad presentadas ha salido adelante gracias al voto en contra de PNV, EH Bildu y ERC.
Estas formaciones, sin embargo, advierten de que su apoyo definitivo a los presupuestos está todavía lejos y que su gesto de hoy no es un cheque en blanco al Gobierno. A partir de ahora comienza la negociación de unos presupuestos que las tres formaciones esperan modificar a través de enmiendas parciales.
El PNV cree que los presupuesto son necesarios, aunque consideran que no satisfacen la agenda vasca dada la bajada de inversiones que contemplan en Euskadi. La diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, no se conforma con el traspaso del Ingreso Mínimo Vital y advierte que ahora se centrará en conseguir la llegada del TAV y en mejorar otras líneas ferroviarias, y los aeropuertos. Un guante que ha recogido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien se muestra convencida de la capacidad de llegar a acuerdos.
EH Bildu quiere poner el foco de la negociación en el sistema de pensiones donde advierten que no harán concesiones, y en la reforma laboral que creen es necesario derogar en su totalidad.
Advertencia también de ERC aunque su portavoz Gabriel Rufián también ha tenido un mensaje para las otras formaciones catalanas muy críticas con su rechazo a las enmiendas a la totalidad. No se trata, dice, de una lucha entre las dos formaciones sino de gobernar para todos los catalanes independentistas, o no independetistas.