Esta pasada semana un ave espacial recaló en los humedales de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Se trata de un ejemplar de avión zapador (Riparia riparia), “un pájaro parecido a la golondrina que tiene una escasa distribución como nidificante en el País Vasco”. De pequeño tamaño, de unos 12 centímetros de longitud y 18 centímetros de envergadura, esta ave de vuelo rápido y ágil y aleteo rápido, “permanece en todo el territorio durante la época estival (entre abril y septiembre) trasladándose después a sus cuarteles de invierno en África”. La crítica situación que atravesaba la especie en Euskadi hizo que fuera incluida en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora Silvestre en la categoría de vulnerable, si bien sigue ocupando su espacio en los cielos a pesar de que la tendencia global en la mayor parte de Europa “parece ser de descenso moderado”.
Que no pase por la mejor de las situaciones, sin embargo, no es óbice para que el centro ornitológico Urdaibai Bird Center, situado sobre las marismas de Orueta, en la localidad de Gautegiz Arteaga, redoble sus esfuerzos para asegurar su presencia en la zona natural. De hecho, y dentro de los Proyectos Next Generation que está llevando a cabo Urdaibai Bird Center con la colaboración del Gobierno vasco y el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el avión zapador es el protagonista de un proyecto que persigue hacerlo más presente. “Se quiere habilitar una zona para que críe en las marismas de Gautegiz Arteaga”, aseguran desde las instalaciones ornitológicas, que profundizan en los motivos para emprender la iniciativa. Y es que siendo “de carácter marcadamente colonial”, se ha comprobado “que el éxito de cría del avión zapador está relacionado con la densidad de ejemplares, de manera que las colonias grandes tienden a ser más eficientes desde el punto de vista reproductivo”, afirma el director de Urdaibai Bird Center, José Mari Unamuno.
El ornitólogo apunta que “su estado de regresión parece estar ligado a la desaparición progresiva de taludes naturales en los ríos, que se ven alterados por encauzamientos, o por otras intervenciones del ser humano en las cuencas. Con ello, estas aves cada vez lo tienen más difícil para localizar lugares adecuados para construir sus nidos y colonias”. En todo caso, los especialistas han comprobado que “las marisma de Gautegiz Arteaga”, espacio en el que se ha focalizado el proyecto, “cuenta con el hábitat idóneo para que se pueda habilitar una colonia. Una zona de agua dulce permanente junto a la laguna intermareal facilitará ampliamente la disponibilidad de alimento que requiere esta colonia” que buscan crear.
Prioridad
“La migración primaveral ya está aquí, y Urdaibai Bird Center dará prioridad a esta especie”, señala Unamuno, quien incide en que “por el momento estamos de enhorabuena ya que el domingo 19 de febrero vimos los primeros ejemplares procedentes de África en la laguna”. Calificado como “un avistamiento de gran interés ya que se trata de los primeros aviones zapadores que se han avistado en la costa cantábrica mientras se dirigen en migración hacia el norte”, tilda que el avistamiento “es algo insólito, porque normalmente los miles de ornitólogos británicos, neerlandeses o alemanes recogen un primer avistamiento antes que cualquier observador de la costa cantábrica”.