La irrupción del BEI en la movilidad de Gasteiz ha supuesto un hito apenas comparable con la llegada del tranvía a la ciudad y también un enorme reto por su difícil adaptación al tráfico urbano.
Con todo, desde su puesta en marcha definitiva el pasado 1 de marzo, el bus eléctrico no ha protagonizado por ahora ningún incidente de gravedad, pese a las situaciones de potencial riesgo detectadas y denunciadas por diferentes residentes a título individual, asociaciones vecinales o ampas en foros como el buzón ciudadano.