El profesorado vasco es el mejor pagado del Estado, pero hay letra pequeña en los complementos y tardan 11 años y 14 años más que la media del profesorado de la UE22 y la OCDE en cobrar la retribución máxima. El salario inicial de los maestros con diez años de experiencia es de 2.608 euros y el del profesorado de ESO 3.019 euros. Después de sumar los trienios, el complemento de formación y el de carrera docente el sueldo mensual quedaría en 2.789 y 3.276 euros. Además, estos profesionales son los que más años tardan (39 años) de los países del entorno en cobrar su sueldo máximo: 3.307 y 3.827 euros.
¿Es mucho, es poco? Todo depende de con qué se compare. Si se mira al sistema educativo del Estado español, el profesorado vasco encabeza el ranking, con la salvedad de quienes desempeñan su labor en las islas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla que presentan características especiales. Sin embargo, los salarios de Euskadi son pecata minuta frente a los 119.057 y 114.246 euros que cobran al año los docentes de Educación Primaria de Luxemburgo y Suiza, según se desprende del informe comparativo elaborado por el Sector de Enseñanza UGT Servicios Públicos, en el que llama la atención la retribución de los Países Bajos (73.201 euros), que casi dobla el sueldo máximo de los maestros españoles (43.526 euros) al cabo solo de 18 años de servicio.
Además, en todos los niveles y tengan mayor o menos salario que el profesorado del Estado, la retribución máxima llega en Finlandia al cabo de 20 años y de 34 en Portugal. Cabe recordar que, a efectos de jubilación, las cotizaciones máximas se alcanzan con 35 años de servicio, por lo que, en la práctica, muchos docentes llegan a la edad de retiro sin haber podido alcanzar ese salario máximo.
MIRANDO A EUROPA
Estos datos, por tanto, sitúan al profesorado, en todos los niveles, en el undécimo lugar de los 14 países analizados por UGT, posición que se convierte en la duodécima al final de la carrera docente, salvo en el caso de la ESO, en la que se mantiene el undécimo lugar. En estos 14 países, el salario inicial de los maestros y maestras estatales (30.550 euros) se sitúa solo por encima del de los docentes de Francia (26.537 euros), Italia (24.297 euros ) y Portugal (22.351 euros), en tanto que los ingresos máximos al final de su carrera profesional (43.526 euros) están por debajo de todos ellos, salvo Italia (35.373 euros), y solo ligeramente por encima de los de los docentes finlandeses (43.273 euros).
El profesorado Estatal de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, encuadrado en el mismo grupo funcionarial y con el mismo salario, tiene, al igual de los de Primaria, un salario inicial (34.121 euros) superior al de Francia (29.065 euros), Italia (26.114 euros) y Portugal (22.351 euros). Sin embargo, al alcanzar el salario máximo, Francia queda por arriba (49.514 euros) del Estado español (48.447 euros) e Italia por debajo (40.597 euros), mientras que las diferencias con Portugal (48.245 euros) apenas llegan a 250 euros anuales y aumentan con Finlandia (50.439 euros) en casi 2.000 euros al año, aunque solo en la ESO, puesto que los docentes fineses que imparten Bachillerato reciben también retribuciones superiores.
Al igual que sucede en la comparativa a nivel europeo, las retribuciones del profesorado en el Estado varían significativamente según la comunidad autónoma en la que realicen su labor. Y estas diferencias se agrandan en muchos casos a lo largo de la carrera profesional, llegando a superar los 1.000 euros mensuales en Primaria y los 800 en Secundaria. El estudio pone de manifiesto la realidad del desequilibrio que existe entre unas comunidades y otras en todos los cuerpos docentes. Los salarios más altos los obtienen los y las docentes de Asturias, Murcia y Euskadi, mientras que los más bajos se encuentran en Extremadura, Andalucía y Castilla y León.