Los propietarios forestales de Gipuzkoa han repoblado un total de 6.500 hectáreas de monte con 21 especies diferentes en los últimos cinco años, según han informado en su asamblea general anual, celebrada este sábado en Azpeitia.
En el transcurso del encuentro, la Asociación de Propietarios Forestales de Gipuzkoa (Gipuzkoako Baso Elkartea), ha llamado a sus 2.765, 839 de ellas mujeres, socios a mantener la actividad y gestionar sus masas forestales "pese a todos los obstáculos".
"Estos obstáculos nos los ponen, en gran medida, las propias Administraciones Públicas, en vez de apoyarnos. Y a ello se suman los sabotajes forestales y las talas de árboles, que se están intensificando últimamente y están siendo reivindicados por algunos grupos ecologistas", ha manifestado. Por ello, el presidente de la asociación, Julián Unanue, ha llamado a "romper esta dinámica" que "lleva a abandonar la actividad forestal".
Recién finalizada la época de plantación --de noviembre de 2023 a abril de 2024--, y a la espera de datos oficiales, la Sequoia sempervirens será, por tercer año consecutivo, "la especie arbórea más plantada en el territorio". En los dos ejercicios previos fue la Cryptomeria japonica.
Según Gipuzkoako Baso Elkartea, estos dos tipos de árboles "han dominado las replantaciones en los antiguos pinares afectados por la enfermedad de la banda marrón", si bien han aumentado las plantaciones de frondosas autóctonas --un 14% el año pasado--, con predominio del roble y el haya, entre ellas.
Unanue ha felicitado a los propietarios forestales y ha subrayado el "importante esfuerzo y compromiso" demostrado. También se ha comprometido a que la asociación "seguirá trabajando para señalar alternativas al pino radiata y ampliar información sobre estas nuevas posibilidades".
Pino Insignis
Tanto Julián Unanue como la directora técnica de la asociación, Jone Maioz, se han referido, asimismo, a "la preocupante situación del pino radiata o insignis" ya que, a finales del verano de 2023, "la banda marrón dio otro duro golpe a los pinares de Gipuzkoa".
Además, han asegurado que la comarca menos dañada hasta ahora por esta enfermedad, el valle de Debagoiena, "se ha visto especialmente afectada en esta ocasión, a lo que se ha sumado "el ataque de un hongo oportunista denominado Diplodia pinea, que ha aprovechado las heridas provocadas en los árboles por las granizadas ocurridas a principios del verano pasado en la zona".
De las 24.000 hectáreas de pino radiata que quedan en pie en Gipuzkoa en la actualidad, sólo unas 22.000 tienen más de 10-12 años. De esos árboles, "ya de cierta edad", 11.226 "pueden considerarse perdidos" tras enfermar "por efecto de la banda marrón". Quedarían sanas o con baja afección otras 10.757 hectáreas.
Hace 20 años, en 2005, en Gipuzkoa el pino insignis o radiata ocupaba 50.000 hectáreas cifra que en 2010 se redujo a 47.000 hectáreas, y en 2018, "antes de la eclosión de esta enfermedad y las forzadas talas" descendió a 39.700 hectáreas.
Para hacer frente al abandono forestal, la asociación ha presentado a sus socios el nuevo servicio de Gestión Forestal Garantizada-Baso Kudeaketa Bermatua (BKB), que "intenta facilitar el relevo generacional y aumentar la superficie forestal certificada". La asociación ofrecerá a los socios que lo soliciten propuestas personalizadas para realizar una Gestión Forestal Sostenible de sus montes, bajo una dirección técnica.
Gipuzkoako Baso Elkartea cuenta en la actualidad con 2.765 personas asociadas, de las que 1.350 viven en caseríos. Entre todos, gestionan una superficie arbórea de 49.815 hectáreas, que representa el 40,8% del total del bosque guipuzcoano. Más de la mitad son bosques certificados con el sello de Gestión Forestal Sostenible PEFC.