El expresidente Donald Trump y el resto de los aspirantes a la nominación presidencial republicana reforzaron este martes su ofensiva sobre el estado de Nuevo Hampshire, la segunda parada en el proceso de primarias después de los caucus de Iowa.
Trump, quien se llevó el 51 % de los votos el lunes en Iowa, compareció en la noche del martes ante sus seguidores en Atkinson (Nuevo Hampshire) visiblemente complacido por haber conseguido la victoria más abultada de la historia en los caucus de ese estado.
En dicha cita, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se situó en segundo lugar con el 21,2 % de los votos, seguido de la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley, quien consiguió el 19,1 % de los sufragios.
Trump carga contra Haley
A esta última fueron dirigidos la mayoría de dardos en Atkison del expresidente, quien calificó a Haley como la candidata de los demócratas para "infiltrarse" en las primarias republicanas.
"La gente que está detrás de Nikki Haley está a favor de China, a favor de las fronteras abiertas (...) Si Haley gana, gana Biden", dijo Trump para añadir que su apoyo en Iowa fue "histórico" a pesar de haber sido "perseguido injustamente".
Sus palabras fueron recibidas con los aplausos de sus simpatizantes, vestidos con gorras o agitando banderas con las letras "MAGA", en referencia al eslogan de Trump en las campañas de 2016 y 2020: "Make America Great Again" (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
En el acto de Atkison, Trump recibió el apoyo del excandidato a la nominación republicana Vivek Ramaswamy, que este lunes suspendió su campaña tras recibir poco menos del 8% en los caucus de Iowa.
Poco antes de Trump, la propia Haley había dado otro mitin en Nuevo Hampshire, que aprovechó para perfilarse como la única persona en la carrera por la nominación presidencial republicana que puede vencer al exjefe del Ejecutivo estadounidense.
"Necesitamos un nuevo liderazgo para este país", afirmó Haley, quien argumentó que Estados Unidos requiere dejar atrás "el caos" que sigue por todos lados a Trump, que se enfrenta a cuatro causas penales y 91 cargos.
Trump, favorito también en new Hampshire
Las encuestas para las primarias del 23 de enero en Nuevo Hampshire tienen a Trump por delante, pero con Haley cerca, gracias en parte al apoyo recibido del popular gobernador del estado, Chris Sununu, quien compareció junto a ella frente a decenas de seguidores.
Haley está intentando posicionarse como la alternativa a Trump y cree que tendría posibilidades de arrebatarle la nominación si, después de Nuevo Hampshire, supera todas las expectativas en el siguiente estado del proceso de primarias, Carolina del Sur, donde fue gobernadora entre 2011 y 2017.
Sin embargo, DeSantis también busca configurarse como opción a Trump y, en un esfuerzo por restar apoyos a Haley, se dirigió este martes directamente a Carolina del Sur.
Durante un mitin en Greenville (Carolina del Sur), DeSantis explicó que había tomado la decisión de desplazarse directamente a ese estado después de Iowa para demostrar a los electores que su voto es importante.
Por la noche, ya en un debate organizado por la CNN en Nuevo Hampshire, el gobernador de Florida pidió a los simpatizantes republicanos que sopesaran apostar por Trump porque, según DeSantis, su candidatura supondría que la formación conservadora perdiera las elecciones presidenciales de EE.UU., previstas para el 5 de noviembre.
"¿De qué queremos que vayan las elecciones de 2024? (â) Si Donald Trump es el candidato (republicano), girarán en torno a todas sus cuestiones legales: sus juicios, tal vez condenas, y sobre cosas como el 6 de enero (â) Vamos a perder si esa es la decisión que toman los votantes", detalló DeSantis.
Trump veta los debates
El siguiente cara a cara entre los candidatos será directamente el 23 de enero, cuando los vecinos de Nuevo Hampshire acudan a votar.
La cadena ABC había organizado otro debate entre los aspirantes en Nuevo Hampshire, pero tuvo que cancelarlo este martes después de que Haley se negara a participar si Trump no lo hacía. El expresidente estadounidense ha optado por no acudir a ninguno de estos debates televisados del proceso de primarias.