El principal objetivo de la manicura es mejorar el aspecto de las manos y de las uñas dándoles una apariencia mucho más cuidada. Existen técnicas diferentes y actualmente hay una que viene pisando fuerte: la manicura rusa.
Esta nueva tendencia en el sector de la estética y del cuidado personal debe su nombre a que las mujeres rusas fueron las primeras en trabajar esta técnica. Es conocida por su precisión y se centra en trabajar la zona de la cutícula, dejando las manos perfectas, con una apariencia mucho más limpia y cuidada.
En lugar de utilizar las limas tradicionales, la manicura rusa utiliza un torno eléctrico para el proceso de limado y para dar forma a las uñas de forma rápida y precisa. De esta forma, quedan totalmente limpias, libres de cutículas, se suavizan las irregularidades de la superficie y el resultado son unas uñas pulidas y uniformes.
Tras aplicar esta técnica, la separación entre la piel de los dedos y la uña es mínima, lo que deja la base de la uña completamente limpia; esto facilita un esmaltado, permanente o semipermanente, más uniforme y duradero.

Una mujer luce en su mano una manicura francesa.
Cómo se hace
En primer lugar, se preparan las uñas retirando cualquier esmalte que se haya aplicado previamente para que queden totalmente limpias.
A continuación, se lima la uña utilizando un torno eléctrico equipado con una fresa especial. Mediante movimientos suaves y precisos, la especialista irá dándole forma a las uñas, eliminando asperezas e irregularidades.
El paso siguiente será retirar suavemente las cutículas y eliminar el exceso de piel. Por último, se procederá al esmaltado, si así lo deseamos, y se hidratarán las uñas y las manos para mantenerlas suaves y cuidadas.
Ventajas
Entre las ventajas de la manicura rusa está su acabado profesional y limpio, ideal para quienes busquen unas uñas impecables, libres de cutículas. Las manos presentarán una mejor apariencia, perfecta para la posterior aplicación del esmalte, si así se desea.
Además, al no quedar restos de piel que puedan interferir con la adherencia del producto y por el hecho de que el esmalte llegue hasta el mismo borde de la piel, la laca de uñas durará más tiempo en buen estado.

Manos con diferentes y creativas manicuras.
Riesgos
A pesar de los resultados estéticamente atractivos de la manicura rusa, esta técnica conlleva varios riesgos para la salud de las uñas y de las cutículas.
La cutícula desempeña una función esencial como barrera protectora de la uña, evitando la entrada de bacterias y otros patógenos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de que la eliminación o el recorte excesivo de la cutícula puede suprimir esta barrera natural, lo que deja la uña vulnerable a infecciones.
Por su parte, la Academia Americana de Dermatología advierte que el daño que puede sufrir la cutícula durante la manicura rusa puede favorecer infecciones locales, como la paroquinia (también conocida como uñero o panadizo), una afección dolorosa que causa inflamación.
También existe el riesgo de distorsión en la estructura de la uña, conocida como distrofia ungueal, que provoca engrosamiento, decoloración, debilitamiento y, en algunos casos, el desprendimiento de la uña.
No hacerla en casa
Esta técnica no es recomendable para personas con cutículas muy sensibles o con algún problema de salud en las uñas. Además, al ser una técnica muy meticulosa y delicada, nunca puede aplicarse en casa.
El precio medio de esta manicura dependerá del acabado que elijas: sin esmaltado cuesta alrededor de 25 euros, con esmalte tradicional, unos 28 euros, y con esmalte semipermanente, unos 55 euros. Si además te apetece un esmalte con un diseño original de nail art, debes añadir entre 2 y 4 euros extras por uña.
Es necesario ponerse en manos de profesionales expertos porque son los que disponen de los conocimientos y de los materiales adecuados. Además, hay que asegurarse de que el centro de estética que lo practique cumpla con todas las normas de higiene necesarias. ¡Con la salud no se juega!