Al volante, la vista es la vida. Este fue un eslogan que hace ya muchos años utilizó la Dirección General de Tráfico (DGT) en una campaña de concienciación a los conductores. Pero no debemos olvidar el oído, también un sentido vital para la conducción complementado a la vista. Además es de especial importancia para determinar el mal funcionamiento de alguna parte o componente de tu coche y para detectar una posible avería antes de que se produzca o una vez que ha afectado a nuestro vehículo.
Nuestro oído nos puede ayudar a identificar sonidos que van asociados a fallos mecánicos o eléctricos, con lo cual podemos detectar el problema antes de que se produzca e intentar poner remedio. Y que nuestra conducción sea más segura y sin sobresaltos. Afina, pues, tu oído ante ruidos sospechosos y a la menor duda, acude a tu taller o mecánico
El ralentí suena irregular. Si aprecias que cuando el coche está al ralentí (especialmente al arrancarlo y sin acelerar) suena diferente a lo habitual, es probable que haya llegado el momento de cambiar los filtros de aire y combustible.
El sonido del motor al arrancar es muy lento. Es uno de los ruidos más sencillos de reconocer y puede indicarte que la batería se está agotando. Si nunca la has cambiado o lo has hecho hace más de tres años ha llegado el momento de hacerlo.
Un joven revisa el motor de su vehículo.
Un sonido estridente en la zona del motor. Es un ruido bastante notable, y a veces chirriante, que puede darse con el coche en marcha. Si escuchas este fuerte chirrido, todo indica a que se trata de alguna correa, por ejemplo la del alternador, que no se encuentra en buen estado.
Silbidos al acelerar. Suele significar que hay un problema o una fuga en el sistema de sobrealimentación si tu coche tiene turbo. La avería impide que el coche acelere y no es barata de repararla.
Revisión de las pastillas y discos de feno.
Ruidos al pisar el freno. Si al pisar el freno escuchas chirriar el coche, lo más probable es que toque cambiar las pastillas de freno. No te demores en hacerlo, ya que es una avería que interfiere directamente en la seguridad. Si oyes como un crujido también puede suponer un una pieza del sistema de frenado floja o deteriorada. Si chirría el pedal, lo mismo que el del acelerador o el del embrague, suele ser porque necesitan ser engrasados. Suele ser un ruido molesto pero no un grave problema mecánico.
Si oyes un golpe al tomar una curva. Si escuchas un sonido similar a un clonc al girar el coche, puede tener que ver con la presencia de una holgura en la suspensión o con un problema en la dirección del coche. Acude al mecánico cuanto antes, ya que puede ser muy peligroso. Este problema se suele presentar en las direcciones hidráulicas, pero en la actualidad la mayoría son eléctricas. Si te sucede estando parado, puede ser u problema de desgaste de la junta de la dirección o falta de lubricación en la misma.
Ruidos al cambiar de marcha. Suelen indicar un problema en la caja de cambios o o en un cojinete del cambio. Es necesario revisarlo para evitar males mayores.
Traqueteo de la suspensión. Los desgastes de las gomas, las válvulas o la columna de la suspensión, además de posibles piezas flojas o muy antiguas pueden dar lugar a ruidos como silbidos o tableteos.
Un conductora y su copiloto, en el interior de un coche.
Ruidos en el interior del habitáculo. Si tienes un traqueteo en el salpicadero puedes tener alguna pieza suelta. También si hay un problema con el ventilador del aire acondicionado notarás un chirrido. Si es muy persistente puede ser peligroso y debes acudir a tu taller.
Ruidos en los bajos. Las fugas en el tubo de escape produce un petardeo característico. También un clonc, clonc si está suelto el anclaje a la carrocería. También genera ruido molesto si hay piezas sueltas en los paneles que cubren parte de los bajos.