Los salarios pactados en convenio colectivo crecieron hasta julio un 1,54 %, cifra inferior a la inflación del 2,9 % registrada en ese mes y que refleja que los trabajadores amparados por la negociación colectiva están perdiendo cerca de un punto y medio de poder adquisitivo.
De acuerdo con la última actualización de la estadística de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, esa subida salarial del 1,54 % es la media de lo pactado en los 2.246 acuerdos registrados hasta julio que protegen a 5,3 millones de trabajadores.
Se trata de un cifra ligeramente inferior a la alcanzada hasta junio, que era del 1,56 %, y por debajo del 1,94 % del mismo mes del año pasado. Este incremento salarial varía en función del tipo de convenio, siendo del 1,14 % de media para los 1.762 convenios de empresa registrados hasta julio y del 1,56 % para los 484 convenios de ámbito superior.
Por sectores, la mayor subida media es para la construcción, del 2,39 %, y la menor es para la agricultura, del 1,12 %, mientras que la de la industria se queda en el 1,37 % y la de los servicios en el 1,51 %.
Además, de los 2.246 convenios vigentes, solo 406, el 18 %, tienen cláusula de garantía salarial, que permite que el sueldo sea revisado al alza cada año en función de diferentes criterios -habitualmente la evolución de la inflación- para que no pierda poder adquisitivo.
En trabajadores afectados, esas cláusulas protegen a 846.686 de un total de 5,2 millones, es decir apenas al 16 % del total, una tasa que ha bajado casi diez puntos en una década.
INFLACIÓN DISPARADA
Estas subidas salariales pactadas se sitúan por debajo de la inflación, que en julio aceleró la tendencia alcista de los últimos meses al repuntar un 2,9 % en comparación con el mismo mes de 2020, el mayor incremento desde febrero de 2017.
Los precios siguen así por cuarto mes consecutivo por encima del umbral del 2 %, lejos de las tasas negativas registradas durante la mayor parte de 2020 cuando los efectos de la pandemia lastraron la actividad económica.
La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de la energía ni de los alimentos no elaborados por ser los más volátiles- se situó en el 0,6 %, cuatro décimas por encima de la de junio y 2,3 puntos por debajo del IPC general.
SIN ACUERDO DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Desde que comenzó el año, estas subidas salariales ya no están amparadas en un marco de recomendaciones fijado por las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos UGT y CCOO para el resto de las unidades de negociación colectiva, ya que el último acuerdo caducó al terminar 2020.
De momento, los agentes sociales no se han sentado a negociar cuál ha de ser la directriz a seguir por el resto de cara a la variación salarial, aunque la patronal asegura que las empresas no pueden afrontar durante la pandemia un incremento de los costes laborales.
Por el contrario, los sindicatos sí reclaman la necesidad de elevar los salarios en convenio, así como el salario mínimo interprofesional (SMI), que está congelado en 2021 en 950 euros y cuyo incremento han reclamado en varias concentraciones en los últimos meses.
En concreto, CCOO ha puesto sobre la mesa que el SMI debe subir al menos al mismo ritmo que la inflación, para que los trabajadores con los sueldos más bajos no pierdan poder adquisitivo este año.
Tras varios meses de presiones sindicales a las que se sumó la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, parece que el Gobierno está dispuesto a sentarse a la vuelta del verano a abordar una subida del SMI para los próximos meses.