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Vida y estilo

Los secretos ocultos de las setas: mitos y realidades del mundo fúngico

Más allá del otoño, las setas florecen en otras estaciones. Descubre los peligros, misterios y maravillas de estos organismos esenciales para la vida en la Tierra
Las setas no son exclusivas del otoño, estos frutos del mundo fúngico emergen también en primavera y verano | Foto: Pixabay
Las setas no son exclusivas del otoño, estos frutos del mundo fúngico emergen también en primavera y verano | Foto: Pixabay

Las setas no son solo un fruto del bosque que aparece con la llegada del otoño. Son mucho más: seres vivos fascinantes, misteriosos y, en algunos casos, letales. Lo que la mayoría cree saber sobre ellas es solo la punta del iceberg de un reino que sigue siendo objeto de estudio y asombro.

Contrario a lo que muchos piensan, las setas no son exclusivas del otoño. A lo largo de todo el año, aunque en menor medida, estos frutos del mundo fúngico emergen también en primavera y verano. La idea errónea de que solo aparecen en una temporada se debe a que el otoño es, efectivamente, el momento en que los bosques se vuelven más propicios para su crecimiento debido a la humedad generada por las lluvias. Sin embargo, setas como el famoso perrechico son comunes en primavera, destacando que el ciclo de vida de los hongos no está limitado a una sola estación del año.

El mundo de los hongos es vasto y fascinante. A pesar de que a menudo se asocian solo con las setas comestibles, los hongos abarcan una variedad enorme de especies, muchas de las cuales son invisibles para el ojo humano. De hecho, solo conocemos el 10% de las más de un millón y medio de especies que existen. Una de las revelaciones más sorprendentes es que el ser vivo más grande del planeta no es ni una ballena azul ni un elefante, sino un hongo. Este colosal organismo, de la familia Armillaria, ocupa más de 965 hectáreas en los bosques de Oregón, EE. UU., una extensión equivalente a 1.350 campos de fútbol.

¿Hongos o setas? La gran duda

Las setas que vemos en los bosques son solo una pequeña parte visible de los hongos. Debajo de la superficie, el verdadero cuerpo de estos seres se extiende en una red de filamentos llamada micelio, que puede sobrevivir durante décadas o incluso siglos. Algunas setas tienen relaciones simbióticas con los árboles, lo que significa que ayudan a nutrir a las plantas en un intercambio mutuo de beneficios. Otras se alimentan de materia muerta o incluso actúan como parásitos.

En cuanto a su peligrosidad, no todas las setas son venenosas. Sin embargo, hay especies que, si se consumen sin el conocimiento adecuado, pueden causar graves intoxicaciones. De hecho, cada año se registran cientos de intoxicaciones, muchas de ellas en regiones como el País Vasco y Navarra, donde el consumo de setas es una tradición profundamente arraigada. Las setas venenosas como la amanita phalloides, conocida por ser una de las más mortales, pueden confundirse fácilmente con especies comestibles si no se tiene suficiente experiencia.

Para evitar accidentes, es crucial conocer bien las especies peligrosas y evitar recoger setas en áreas contaminadas, como cerca de carreteras o en jardines urbanos, ya que estos organismos tienen la capacidad de acumular metales pesados del suelo. Las setas son organismos que actúan como filtros naturales y pueden absorber tanto lo bueno como lo malo de su entorno, lo que las convierte en una especie que debe tratarse con respeto y precaución.

La utilización de los hongos en la historia

Desde la antigüedad, los hongos han sido utilizados no solo como alimento, sino también con fines medicinales. En la antigua Grecia y Egipto, ya se reconocía su capacidad para curar ciertas dolencias. El hallazgo de Ötzi, el hombre de los hielos de más de 5.000 años de antigüedad, reveló que llevaba consigo hongos utilizados para encender fuego y tratar heridas. Este descubrimiento subraya la importancia de los hongos en las primeras sociedades humanas y su larga historia de uso terapéutico.

El consumo de setas también tiene su propia mitología culinaria. Algunos expertos señalan que los hongos comestibles, como los boletus o los perrechicos, son verdaderos manjares que se pueden disfrutar de diversas maneras: crudos, asados o en guisos. Sin embargo, el consumo excesivo de setas no es recomendable, ya que pueden sobrecargar el sistema digestivo debido a su capacidad de absorber antibióticos naturales del suelo.

En resumen, el mundo de las setas es tan extenso como misterioso. Sus peligros y beneficios conviven en un delicado equilibrio que solo se puede apreciar con un conocimiento adecuado. Ya sea por su fascinante biología o por los mitos que las rodean, las setas continúan cautivando a la humanidad, desde los antiguos pueblos hasta los científicos modernos.

2024-10-09T16:22:08+02:00
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